Palabra que no es por contrariar al Gobierno Sánchez pero tras contemplar su campaña "Yo me vacuno, seguro", me veo obligado a escribir lo contrario: Yo no me vacuno, pero no me importa que usted lo haga. 

Advierto que pienso dar todas las razones a favor de la vacunación. La primera, este documento, elaborado por Ramón Lucas Lucas (Lucas al cuadrado), antropólogo de la Universidad Gregoriana y de Regina Apostolorum, sobre la eticidad de vacunarse. Pasen y lean, que no tiene desperdicio y, además, entenderán muchas cosas sobre las vacunas:  

El documento desarrolla los argumentos de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la fe y no soy yo quién para llevarles la contraria. Es cierto que las vacunas ARN Mensajero (Pfizer y Moderna) también utilizan líneas celulares que pueden proceder de abortos pero las utilizan de forma más mitigada, no en la producción, como hacen las vacunas tradicionales, las de AstraZeneca, Janssen o  Sputnik. 

No obstante, lo dicho: es un mal menor y a mi no me gusta mucho la doctrina del mal menor. Por tanto, es lícito hacerlo... pero yo no voy a hacerlo. 

Además, si hay un pero que colocarle al doctor Lucas es el último: si no te vacunas, estás incurriendo en irresponsabilidad moral. Pues mire, no. Eso no lo acepto. La ignorancia sobre el virus es de tal calibre que afirmar que si no te vacunas están contagiando a otros... ni es científico ni soporta la criba del sentido común, algo más importante que la ciencia.  

Acusar de pecado a quien no quiera vacunarse me parece un poco fuerte

Más argumentos:

Por tanto, no me voy a vacunar por tres razones:

1.Porque confío más en Dios que en el doctor Simón. Me abandono en sus manos (en las de Cristo, no en las de Fernandito).

2.Porque, en efecto, me disgusta sobremanera que se haya utilizado en la era más abortera de la historia, líneas celulares procedentes de abortos, algo que ni se cita en toda la polémica pública al respecto. 

3.Porque aprovechando el virus hemos creado un Estado policial donde, además, el policía es tu vecino. Y aunque la ética de la consecuencia sea más kantiana que cristiana, que la vacuna haya servido para anular la libertad, también la libertad de culto... da qué pensar.

4.Porque hemos convertido en prohibido o en mal visto todas las expresiones de afecto entre los seres humanos. Hemos separado familias, destruido amistades y renunciado a ocuparnos de los demás... porque todo ello es muy contagioso. No salimos más unidos, salimos hechos unos misántropos. 

5.Porque existen demasiados interrogantes en toda esta pandemia, que alguien ha llamado 'plandemia'.

6.Porque como periodista me disgusta la censura y hemos llegado, a través de los Google, Twitter, Facebook, Maldita y demás sinvergüenzas, a una merma global de la libertad de expresión... que tiene consecuencias globales. 

7.Porque sorprende que las vacunas hayan llegado antes que los tratamientos, lo que contradice toda la historia de la medicina.   

Y todo esto ha provocado que en Madrid, sólo un ejemplo, no hayan acudido a vacunarse ni la mitad de los citados, mientras en la tele no dejo de escuchar testimonios sobre lo bueno que es vacunarse... ¡aunque sea con AstraZeneca!.

Demasiadas mentiras y demasiadas sospechas en esta 'plandemia': quizás una de ellas es que la vacuna llega antes que el tratamiento

No, no soy negacionista: la gente está muriendo por millares a causa del virus. Lo que quisiera saber es el porqué

No, no soy negacionista: la gente está muriendo por millares a causa del virus. Lo que quisiera saber es por qué

Así que yo no me vacuno. Si cambio de opinión se lo haré saber por este mismo canal.