Mapfre es la primera aseguradora española y la más internacional, de manera muy destacada sobre el resto del sector. Sin embargo, ese liderazgo no se ha trasladado al negocio de gestión de activos en el que la aseguradora tiene intención en crecer.

Con ese objetivo compró el 10% de Abante en septiembre de 2019, ampliable hasta el 20%, opción que llevó a cabo en enero de 2021, antes del plazo establecido inicialmente. Con su entrada, la aseguradora que preside Antonio Huertas ha dado un nuevo impulso a la firma fundada hace dos décadas por Santiago Satrústegui.

Precisamente, en una entrevista publicada este lunes en Expansión, el presidente de Abante destaca el crecimiento desde que Mapfre entró en el accionariado pero, al mismo tiempo, asegura que de momento no hay ningún plan encima de la mesa para que la aseguradora aumente su porcentaje. “El acuerdo que tenemos es el que nos lleva donde estamos. Y estamos cómodos. Nos permite tener recursos suficientes y a la vez tener independencia. Creo que los ejecutivos de la compañía tenemos que tener la mayoría del capital”, afirma. Así, ante la posibilidad de una compra grande en el mercado, Satrústegui se plantea antes salir a bolsa que ampliar la participación de Mapfre por encima del 20% actual.

Relacionado

La estrategia de la aseguradora contrasta con la de Mutua, que allá donde va lo hace para mandar, aunque para ello tenga que aflojar la cartera. Lo hizo en su día con Adeslas y lo hizo con Alantra en 2018, cuando se hizo con el control del 50,01% de la firma que preside Santiago Eguidazu, y de la que ya posee el 76% del capital, tras comprar otro 24,4% en mayo de este año. El 23,7% restante de Alantra sigue en manos de los altos ejecutivos.

Son dos modelos distintos de participar en un negocio: tomar la mayoría para tener el control o limitar la presencia a una participación minoritaria sin opción a entrar en la gestión. Esta segunda opción no se termina de entender para una multinacional como Mapfre.