El CEO de la compañía, Bernardo Velázquez, tiene órdenes de hacer rentable la planta, hasta las últimas consecuencias / Foto: Pablo Moreno
Novedades en el fabricante de acero inoxidable español Acerinox, que tiene como principal accionista a Corporación Financiera Alba, vehículo inversor de la familia mallorquina March, con el 19%. El empresario Daniel Bravo mantiene su 5%; Industrial Development Corporation (IDC), que depende del fondo soberano de Sudáfrica, conserva su 3%, y el fondo estadounidense Millennium Group Management (1,965%). Recordemos que Nippon Steel, la mayor siderúrgica japonesa, salió de Acerinox en 2021 al vender el 7,9% del capital por 225 millones de euros.
Y es que el gigante siderúrgico tuvo un buen 2022 en resultados, pese al delicado contexto, como saben, pues logró notables crecimientos del beneficio bruto de explotación -ebitda- (+29%) y de las ventas (+30%) y redujo deuda, y el beneficio neto bajó un 2,8% por el deterioro de activos de su fábrica en Malasia, Bahru Stainless.
Al conocerse estas cifras, su CEO, Bernardo Velázquez, refirió que “Acerinox se encuentra en el mejor momento de su historia”, aunque anunciaba que su fábrica Bahru Stainless dejaba de ser un activo estratégico, puesto que lleva varios años suponiendo pérdidas para la compañía.
Además, aseguraba que Acerinox tenía en mente la desinversión de la misma si llega alguna oferta. De producirse la venta, la empresa de acero inoxidable pondría fin a doce años de actividad en Malasia, donde en 2011 compró la planta Bahru Stainless, en la localidad de Johor Bahru. Fueron altas las expectativas puestas en el país asiático, pero lo cierto es que nunca ha dado resultados debido a el despleme de precios que experimentó el sudeste asiático, lo que ha hecho que la compañía arrestre pérdidas continuadas en este activo.
Según detalla elEconomista, el director financiero, Miguel Ferrandis, llegó a admitir: "Estamos abiertos a recibir cualquier tipo de acercamiento y ponerla en el mercado para aquellas empresas que tienen exceso de capacidad en la fundición, pero necesitan capacidad para transformar las materias primas básicas".
Aceptan que la planta no opera al 100% de su capacidad, lo que no quiere decir que la vayan a vender a cualquier precio: "No estamos desesperados por vender a cualquier precio". "Estamos abiertos a estudiar cualquier oferta cuando llegue, si llega".