Maurici Lucena ha celebrado los buenos resultados de 2022
Este martes, en rueda de prensa, el socialista Maurici Lucena, presidente y consejero delegado de AENA (funciones que ha retenido, tras el nombramiento de Javier Marín San Andrés como vicepresidente ejecutivo), ha celebrado los buenos resultados de 2022. Y de cara al futuro más próximo, ha defendido la privatización de otras siete torres de aeropuertos porque “soy positivista” y “hay evidencia empírica de que ha sido muy positiva” la que se ha realizado hasta ahora. Dos cosas: romper la navegacion áerea nunca es buena idea y asegura que eso reducirá los precios. Tiene gracia: el que fija el precio es ENAIRE-AENA, es decir, el Gobierno y una empresa pública, él mismo. ¿Por qué la privatización de una parte, aunque sea pequeña, de las torres había de beneficiar al público?
Esta operación se daría en las torres de los aeropuertos de Bilbao, Santiago de Compostela, Palma de Mallorca, Málaga-Costa del Sol, Gran Canaria, Tenerife Sur y Tenerife Norte. Hasta ahora, en más de diez años, “la introducción de competencia ha sido gradual y buena noticia porque ha reducido los costes que se trasladan a aerolíneas (y con ello a los pasajeros)”, ha señalado Lucena, presumiendo de que ha sucedido manteniendo los estándares de seguridad y “la calidad del servicio cuando menos ha sido igual de buena”. En los siete aeropuertos citados, se privatizaría el control de tráfico aéreo, “no la fase de aproximación y de ruta”, que sigue dependiendo de Enaire. No obstante, Lucena ha subrayado que “en última instancia es el Gobierno el que decide” y “somos extraordinariamente respetuosos con su decisión”, algo lógico, dado que el Estado controla el 51% de AENA a través de Enaire. Una privatización que no gusta a algunos partidos (Unidas Podemos, ERC, Bildu y BNG).
En otros siete aeropuertos se quiere privatizar el control de tráfico aéreo, “no la fase de aproximación y de ruta”, que sigue dependiendo de Enaire. “En última instancia es el Gobierno el que decide”, pues el Estado controla el 51% de AENA a través de Enaire. Una privatización que no gusta a algunos partidos, como Unidas Podemos, ERC, Bildu y BNG
Respecto a los resultados de 2022, el gestor aeroportuario ha logrado volver a beneficios tras el batacazo del Covid y sus múltiples consecuencias, con un beneficio neto de 901,5 millones de euros, frente a las pérdidas de 475 millones de 2021, reexpresadas tras un cambio contable por la rebaja de alquileres obligada desde septiembre de 2021. El director económico-financiero, José Leo, ha referido que eso supuso renunciar a rentas mínimas garantizadas que estaban previstas en los contratos, lo que consideran “una barbaridad e inconstitucional”, y al final, el pasado 20 de octubre, el Comité de Interpretaciones de las NIIF (CINIIF) dijo que esos 700 millones que no iban a cobrar tenían que llevarlos a pérdidas en el momento en que surge el problema, lo que se ha traducido en reexpresión de las cuentas. “Es un alivio, porque las cosas se recogen con una forma más acorde con el sentido común”, ha añadido José Leo. Y la vuelta de beneficios ha supuesto también la recuperación del dividendo (que será de 4,75 euros por acción), algo que el mercado -y por tanto, los inversores- han aplaudido: la cotización sube un 2%.
El gestor aeroportuario ha registrado 243 millones de pasajeros en su red en España, lo que supone una recuperación del 88,5% del tráfico respecto a 2019 y se ha traducido en una revisión al alza del tráfico para este año, donde la recuperación será del 94-104% del tráfico preCovid. Los ingresos totales se han disparado un 69,3%, a 4.237,5 millones, de los que los aeronáuticos han aportado 2.418 millones (+81,5%) y se ha sumado al “excelente” comportamiento de la actividad comercial (1.243,8 millones), un 37,5% superior a la de 2021, e “incluso mejor que el tráfico” dado que ha superado en un 1% la cifra de 2019.
Los ingresos totales se han disparado un 69,3%, a 4.237,5 millones, de los que los aeronáuticos han aportado 2.418 millones (+81,5%) y se ha sumado al “excelente” comportamiento de la actividad comercial (1.243,8 millones), un 37,5% superior a la de 2021, e “incluso mejor que el tráfico” dado que ha superado en un 1% la cifra de 2019
Por su parte, el resultado bruto de explotación -ebitda-, que es uno de los principales indicadores de rentabilidad, ha sido de 2.078,9 millones, un 2.185,4% superior al de 2021 (91 millones) pero aún sin superar el preCovid. El margen ebitda ha sido del 41,4%, aún a distancia del 61,4% de 2019, colocando a AENA donde estaba (como uno de los grupos aeroportuarios con uno de los márgenes más elevados). La diferencia aún se explica porque “cuesta más hacer las cosas y no sólo por la inflación y los costes, sino porque las exigencias y los estándares de los reguladores son mayores”, ha señalado Lucena. Y están en buena línea de cumplir el objetivo de recuperar el nivel de margen preCovid en 2025, según José Leo. De hecho, el opex (aprovisionamientos, gastos de personal y otros gastos de explotación) ha crecido hasta 2.090,7 millones, y dentro de este, el capítulo de otros gastos de explotación ha aumentado a 1.139,2 millones, fundamentalmente por los 268,4 millones de electricidad. Este último coste fue de 122 millones en 2021 y de 86,4 millones en 2019.
El gestor aeroportuario ha logrado un incremento de la caja generada por las actividades de explotación del 564,3%, a 1.863,2 millones, frente a la de 280,5 millones del año anterior, aunque aún inferior a la de 2.114,3 millones de 2019, y José Leo es optimista en que dicho nivel se supere pronto porque han abonado unos 180 millones en pagos anticipados del Impuesto de Sociedades que habrían contribuido a acortar la distancia. Por su parte, la deuda financiera neta contable consolidada se ha reducido a 6.242,9 millones, pasando el ratio de deuda sobre ebitda 3 veces, frente al de 11,55 veces de 2021, y muy cerca del objetivo del plan estratégico (2 veces).
Paralelamente, se han conocido las remuneraciones de los consejeros de AENA en 2022. Destaca la de Lucena, que como presidente y CEO cobró 181.000 euros, un 3,4% más. Por su parte, Marín San Andrés, hasta ahora consejero ejecutivo y recientemente nombrado vicepresidente ejecutivo, recibió 152.000 euros. En total, el gestor aeroportuario destinó 455.000 euros a las remuneraciones de los consjeros.