Algunos agricultores españoles han decidido entrar en la campaña electoral de cara a la cita con las urnas europeas entre los días 6 y 9 (en este último se vota es España). Lo han hecho con una curiosa protesta: bloqueando las fronteras con Francia -en distintos puntos de Cataluña, Aragón, Navarra y País Vasco-, con apoyo de agricultores galos, con el fin de exigir que se dé preferencia a los productos de la Unión Europea, entre otras cosas.

Los agricultores españoles tienen el respaldo de los franceses, y parece que han quedado en un segundo plano los ataques que agricultores y transportistas de nuestro país sufrieron hace unos meses, cuando viticultores franceses atacaron camiones españoles y destrozaron la mercancía... con total impunidad. Sin embargo, los primeros no tuvieron defensa del Gobierno español y el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, se limitó a señalar que el Gobierno francés se había disculpado por los ataques franceses a transportistas españoles... y las risas se escucharon a ritmo de la marsellesa. 

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La actual protesta ha sido convocada por organizaciones pequeñas, sin el apoyo de grandes como Asaja, COAG y UPA, ni de otras como Cooperativas Agro-Alimentarias ni Unión de Uniones. En concreto, las convocantes han sido Ataca (Treviño y Álava), Asociación Aega (Aragón), Revolta Pagesa (Cataluña), Bagea (Guipúzcoa), Sepricas (Castellón), Magin (Soria), Semilla y Belarra, Plataforma 6F (Navarra), Aguidiru, (Burgos), Asociación de Agricultores y Ganaderos Libres (Zamora), Aliv (Comunidad Valenciana), Decaleón (León), Sepriman y Agrygal (Castilla y León), Adecgu (Guadalajara), Adeccu (Cuenca) y el Movimiento Independiente Francés. Pero ojo, porque si no hay respuesta a las peticiones que les han llevado a un paro de 24 horas desde primera hora de este lunes y hasta la del martes 4, advierten de “cortes indefinidos”, según ha señalado Eduard Escolá, portavoz de Revolta Pagesa, a EFE.

Reclaman que se eliminen o se reduzcan los impuestos a la energía utilizada como medio de producción para el sector agrario, destacando el coste de los carburantes; así como que prevalezcan los productos de la UE frente a los importados

En esta ocasión, los agricultores españoles piden tanto al Gobierno Sánchez como a las instituciones comunitarias menos impuestos, ayudas y más control sobre los productos importados. En concreto, reclaman que se eliminen o se reduzcan los impuestos a la energía utilizada como medio de producción para el sector agrario, destacando el coste de los carburantes. Además, exigen que “la UE debe hacer prevalecer nuestros productos, frente a los que entran de fuera”. 

Unas protestas de los agricultores que, lógicamente, no gustan nada a los transportistas. Desde la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer) se ha llamado a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a reprimirlas por impedir el derecho a la libre circulación de los más de 20.000 camiones españoles que cruzan a diario la frontera española. Hace unos días, desde la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), se hizo un llamamiento al Gobierno Sánchez, así como a los autonómicos de Cataluña y País Vasco, a tomar medidas preventivas que evitaran los cortes. Sin embargo, dichos cortes se han producido, pese a que CETM recordaba que mantener un vehículo parado supone un coste de 600 euros al día, lo que se traduce en pérdidas diarias de aproximadamente 12 millones de euros, y que los paros causan el deterioro de mercancías y retrasos en las entregas, incrementando las pérdidas. “El 95% de las mercancías se mueve por carretera, incluyendo alimentos básicos, pienso para animales, medicinas y material sanitario. La demora en la entrega de estos bienes puede tener consecuencias irreparables”, subrayaron desde CETM.