En Hispanidad hemos hablado de cómo Moncloa celebra mes tras mes el gran éxito del Ministro Escriva: "El Ingreso Mínimo Vital (IMV) ha alcanzado a 611.029 hogares en los que viven 1.752.467 personas". Es más, el Ministro sigue puliendo su gran medida, incluso siendo ya Ministro en funciones. 

Pero resulta que el Ingreso Mínimo Vital es un desastre: la falta de información y la burocracia dejan fuera a muchos de los potenciales beneficiarios: la que fuera la gran medida de Pablo Iglesias, su compra-vagos particular, ha resultado ser un fracaso.

Algo que se confirma por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) en su Segunda Opinión sobre el Ingreso Mínimo Vital: ha llegado a 284.000 hogares, el 35% de sus beneficiarios potenciales, 800.000, y cubre a tan sólo el 22% de los hogares en riesgo de pobreza, lo que deja fuera al 60% de potenciales beneficiarios y al 78% de dichos hogares. Otro éxito del Gobierno. 

Y ojo, porque estos datos desmontan los datos de Escrivá, quien informó el 31 de mayo de que el número de hogares que perciben la ayuda es de 627.957, y la AIReF asegura que la cifra se queda en 284.000. "Los datos del ministerio son de altas, es que ha llegado a todos ellos, pero no contabiliza las bajas", ha explicado la presidenta, Cristina Herrero, "Es como si en pensiones sumásemos el número de pensionistas a lo largo de la historia".

Algo que no ha gustado al Ministerio, que ha corrido a desacreditar el documento asegurando que la opinión publicada por la Autoridad Fiscal se ha elaborado sin interlocución con ellos, algo que la propia Herrero ha desmentido, afirmando que si no hubiese contacto, el organismo que preside no habría podido redactar el informe. Además, ha confirmado que se mantuvieron dos reuniones con representantes del Gobierno, aunque no se han cambiado los datos porque "son inapelables". Por otro lado, Herrero ha informado de que se envió el documento al ministerio dos semanas antes de que se hayan publicado. 

Según la AIReF esto se debe, entre otras cuestiones, a que casi 470.000 familias con derecho a percibir esta prestación, lo que supone el 58% del total de los posibles beneficiarios, no solicitaron la prestación en 2022. Y eso que recuerden que Escrivá montó un autobús que recorrería 40 municipios para informar y ayudar a tramitar el IMV. Dentro del autobús van funcionarios voluntarios de la Seguridad Social que realizan los trámites administrativos necesarios a las personas que acudar para solicitar el IMV. 

Además, la AIReF advierte de que el 69% de las solicitudes se han denegado desde el Gobierno. Algo que los sindicatos ya alertaronCSIF, UGT y CC.OO dieron la voz de alarma y denunciaron que es "una situación insostenible": "la prestación, lejos de dar solución al conjunto de la ciudadanía con especial vulnerabilidad, fracasa desde su puesta en marcha por la incapacidad de gestión del ministerio y del INSS debido a la falta de personal y la mala organización". Según datos oficiales el 73% de las solicitudes son denegadas por criterios de renta, patrimonio o unidad de convivencia. Además, los sindicatos aseguran que la prestación está gestionada por el personal de la Seguridad Social y por 1.050 interinos que se contrataron "precipitadamente" para gestionar la ayuda, pero que serán cesados en septiembre de 2023, por lo que las gestiones serán aun más lentas por la falta de personal. 

El organismo realiza este informe de manera anual para evaluar la evolución del IMV. Y parece que la cosa va de mal en peor: el año pasado la AIReF aseguraba que la prestación había llegado a 284.000 hogares, el 40% de sus beneficiarios potenciales, este año el porcentaje se queda en el 35%. Tampoco ha mejorado el plazo de tramitación de la prestación, que se sitúa en torno a los 120 días.

Además, Herrero ha alertado en rueda de prensa de que el gasto anual en 2022 para esta prestación ha sido de 1.900 millones, lo que supone un 47% del gasto potencial previsto.