Asistimos a más burla y chantaje de Alcoa a España, tristemente, a pesar de que ha logrado más ingresos y beneficios en el tercer trimestre, frente a las pérdidas del mismo periodo del año pasado, y de que ha anunciado un nuevo dividendo trimestral. Ahora pide más ayudas públicas para la planta de San Ciprián (Cervo, Lugo), pese a las numerosas que ha recibido en los últimos años.

En concreto, reclama al Gobierno Sánchez unos 80 millones de dólares (unos 73,8 millones de euros), según informa La Voz de Galicia, en concreto “un apoyo sustancialmente mayor en las compensaciones por costes de emisiones indirectas de CO2”, como refirió en un comunicado. Eso sí, el propio presidente y CEO de Alcoa, William F. Oplinger, fue mucho más directo en una charla, reclamando que entre 2018 y 2021, con la planta de aluminio en funcionamiento, no recibieron ese dinero: “Queremos esos 80 millones de dólares ya que producimos y pagamos a todos los empleados”.

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El mayor productor estadounidense de aluminio se pone exigente, a pesar de que ahora le va mejor en resultados y de que tiene dinero fresco en el bolsillo. Recuerden que hace un mes, anunció la venta de su participación del 25,1% en la empresa conjunta Saudi Arabian Mining Company (Ma’aden) a su socia local por unos 1.100 millones de dólares (unos 1.015 millones de euros al tipo de cambio actual), distribuidos en 86 millones de acciones y 150 millones de dólares (unos 138 millones de euros) en efectivo. Respecto a los resultados del tercer trimestre, los ingresos han crecido hasta los 2.680 millones de euros; el resultado bruto de explotación (ebitda) se ha sextuplicado, alcanzando los 420 millones de euros; y el resultado neto ajustado ya no ha arrojado pérdidas sino un beneficio de 124,58 millones de euros.

Oplinger no se conforma y no baja su chantaje a España: no se retomará, por ahora, la producción en la planta de San Ciprián más allá de las 32 cubas de electrólisis que ya se han reiniciado

A pesar de la mejora de resultados y de anunciar un dividendo trimestral de 0,09 euros por acción y un bono convertible pagadero el próximo 15 de noviembre, Oplinger no se conforma y no baja su chantaje a España. Y es que ha recalcado que no se retomará, por ahora, la producción en la planta de San Ciprián más allá de las 32 cubas de electrólisis que ya se han reiniciado, de las 512 que hay en total.

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Conviene subrayar que Alcoa quería vender el 100% de la planta lucense, la única que le queda hoy en España, pero tras reunirse con 60 potenciales compradores no ha recibido ninguna oferta viable. Por ello, ha optado por una alternativa: colocar el 25% a la energética Ignis (energética que desde hace unos meses tiene una alianza con el fondo KKR para producir hidrógeno verde, proyecto para el que han fichado a Técnicas Reunidas) por 25 millones, conservar la gestión y la propiedad del 75% restante, e ‘invertir’ 75 millones. Eso sí, quiere flexibilizar los compromisos de inversión que se recogían en el acuerdo de viabilidad firmado en diciembre de 2021 (y que ya fue reformulado en marzo de 2023), es decir, aplazarlos o sustituirlos. Además, la venta del 25% a Ignis debe obtener el visto bueno del Gobierno Sánchez, la Xunta de Galicia, los empleados y el comité de empresa. 

Alcoa quiere flexibilizar los compromisos de inversión que se recogían en el acuerdo de viabilidad firmado en diciembre de 2021 (y que ya fue reformulado en marzo de 2023), es decir, aplazarlos o sustituirlos

Claro que Alcoa no sÓlo pide mayor apoyo a la compensación de CO2 y flexibilidad en el acuerdo de viabilidad, sino también permisos de proyectos de generación de energía (en concreto, que el Gobierno Sánchez agilice la tramitación y concesión definitiva de los permisos para el desarrollo y construcción de proyectos de generación de energía eólica, especialmente vinculados a la planta de San Ciprián) y que apoye y apruebe el proyecto del área de almacenamiento de residuos (es decir, la ampliación de la balsa de lodos).