El grupo está controlado por la familia Antolín, con Ernesto como presidente y María Helena Antolín como vicepresidenta, y desde hace un año Ramón Sotomayor ejerce como CEO, y ahora está inmerso en un Plan de Transformación
Grupo Antolin ha arrancado bien el año, como otros fabricantes de componentes automovilísticos españoles (Gestamp y CIE Automotive, los cuales tienen como primer accionista a Acek, el holding de la familia Riberas). Eso sí, con cifras algo más modestas y sin obtener ningún récord, pero buenos resultados al fin y al cabo en el primer trimestre, en el que también ha renovado su marca e identidad corporativa.
El fabricante de componentes de interior para el automóvil ha reducido sus pérdidas netas un 44%, a 13 millones de euros, frente a las de 23,3 millones que registró en el primer trimestre de 2022. Esto supone una buena noticia que llega tras el tropiezo que tuvo en el conjunto del año pasado, cuando perdió 225,6 millones por irse de Rusia, a pesar de elevar ingresos y resultado bruto de explotación (ebitda) -que es el principal indicador de rentabilidad en una compañía-.
Los ingresos han subido un 18%, a 1.158 millones, algo en lo que ha contribuido el aumento de la producción mundial de vehículos en un 6% y los menores problemas en la cadena de suministro. Antolin equipa a cerca de 600 modelos de vehículos en todo el mundo (entre ellos, más de 100 que emplean tecnologías alternativas al motor de combustión)
El grupo que controla la familia fundadora (la familia Antolín), con Ernesto Antolín como presidente y su prima María Helena Antolín como vicepresidenta (quien a su vez es consejera independiente de Iberdrola, la cual también ha cambiado su logo), ha aumentado su ebitda un 16%, a 69 millones, gracias a las medidas de eficiencia, la optimización de costes y el aumento de ingresos, pese a un contexto desafiante por la inflación y las subidas de tipos de interés. Por su parte, el resultado de explotación (ebit) ha crecido un 181,4%, a 19,3 millones. Y los ingresos han subido un 18%, a 1.158 millones, algo a lo que ha contribuido el aumento de la producción mundial de vehículos en un 6% y los menores problemas en la cadena de suministro, y hay que destacar que Antolin equipa a cerca de 600 modelos de vehículos en todo el mundo (entre ellos, más de 100 que emplean tecnologías alternativas al motor de combustión).
El fabricante de componentes de interior para el automóvil, con sede en Burgos y 24.000 empleados repartidos en 130 plantas y 27 oficinas técnico-comerciales ubicados en 25 países, también ha reducido su deuda financiera neta en el primer trimestre, pasando de los 1.185 millones de hace un año a 1.140 millones, y el aumento del ebitda ha contribuido a que el ratio de deuda neta sobre ebitda haya descendido a 3,46 veces. Al grupo que controla la familia Antolín y tiene como CEO a Ramón Sotomayor desde hace un año le está saliendo bien la apuesta por productos de mayor contenido tecnológico y por reforzar su presencia en mercados de alto potencial de crecimiento (entre ellos, Asia), que son las dos claves principales del Plan de Transformación GOA (Gear up Our Ambition, es decir, Prepárate para nuestra ambición) que está ejecutando. Además, ha llegado a un acuerdo comercial con el proveedor japonés Moriroku para desarrollar proyectos de paneles de instrumentos y consolas centrales para Toyota en el mercado nipón.