Ignacio Araluce, presidente de Foro Nuclear, insiste en que se replantee el cierre de las centrales españolas / Foto: Pablo Moreno
Ignacio Araluce ha vuelto a insistir en la importancia de la energía nuclear para el sistema eléctrico, recalcando que “es complicado entender que en España se quiera prescindir de una de las fuentes de producción eléctrica que más emisiones evita”. Además, ha advertido que “si se sacrifica Almaraz, el resto de centrales sufrirán por el llamado ‘efecto flota’”.
El presidente de Foro Nuclear (asociación que representa a la industria nuclear española) ha señalado que “no es lo mismo tener cinco centrales que tener tres porque cantidad de compras se hacen en conjunto”. También ha señalado que lo mismo sucede a la hora de contar con “el apoyo de los contratistas y para retener talento”, así como en el tema de la experiencia operativa, destacando que “Almaraz, Ascó y Vandellós están intercambiando experiencias y conocimiento continuamente”. Y ojo, no se puede perder de vista que si se cierran las centrales nucleares, la industria nuclear española (la cual genera cerca de 30.000 trabajadores entre directos, indirectos e inducidos) se vería seriamente afectada.
Araluce ha vuelto a poner encima de la mesa que la energía nuclear ha sido un pilar fundamental para el sistema eléctrico en 2024, aportando fortaleza y estabilidad. Decíamos que se había mantenido como la segunda fuente de generación, aportando el 19,57% del total, sólo por detrás de la eólica. El presidente de Foro Nuclear ha destacado que lo ha hecho con la misma potencia instalada que tiene desde hace años (7.117 megavatios -MW-, que representan un 5,44% del total), muy inferior a la de otras tecnologías (como los 31.700 MW -24,2%- de la eólica o los 31.300 MW -23,98%- de la fotovoltaica). Asimismo, ha referido que “la eólica y la fotovoltaica producen muchas menos horas que la nuclear”: 1.922 horas (el equivalente a tres meses) y 1.417 horas (lo que equivale a dos meses), respectivamente, frente a las 7.314 horas que producen electricidad los siete reactores, es decir, el 83,27% de las horas que tiene el año (que en total son 8.784).
Esas 7.314 horas en funcionamiento constatan el papel de la nuclear como energía estable, frente a las intermitentes renovables. Como potencia firme también está el gas natural, que pese a tener la ventaja de ser muy versátil, genera CO2, es caro e implica una alta dependencia exterior y cierta falta de predectibilidad. Y otra alternativa sería el almacenamiento, pero por ahora es muy limitado y no se están cumpliendo los ambiciosos objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). Además, la nuclear ha representado el 25,28% de la electricidad sin emisiones de CO2 generada en España, lo que refleja que es estratégica para la descarbonización.
“Sería prudente mantener la nuclear como potencia firme porque asegura la sostenibilidad del sistema eléctrico, no emite CO2, es muy competitiva y aún lo sería más con menor carga fiscal”, ha señalado Araluce. Por ello, no sólo ha pedido que se imponga el “sentido común” y se replantee el cierre nuclear, pues en medio de “la oleada nuclear que se vive en el mundo entero, vamos a ser el único país que tiene centrales y ha decidido pararlas”, en lugar de optar por la operación a largo plazo, “la solución óptima tanto desde el punto de vista de la garantía de suministro como de la competitividad económica y los retos ambientales”. Claro que la renovación de las licencias para seguir operando, iría unida a una mejora fiscal, porque ahora la nuclear paga “sólo por producir 28 euros/megavatio-hora (MWh)” y en total soporta entre 900 y 1.000 millones de euros anuales en impuestos, y entre 620-630 millones en la tasa Enresa (tras la subida de la misma en un 30%, la cual está recurrida ante el Tribunal Supremo). Además, entre sus múltiples impuestos, que son altos y redundantes, también figuran 5 euros (lo que supone unos 260 millones anuales) por el combustible gastado, a pesar de que ya se le paga por ese concepto a Enresa, y que se les puso a las nucleares para cubrir el elevado déficit de tarifa que dejaron las generosísimas primas a las renovables que dio José Luis Rodríguez Zapatero y que aún tardaremos años en liquidar, y a lo que se suman numerosos laudos internacionales.
Para la central de Almarzaz, “este trimestre y el siguiente son cruciales para decidir” si se mantiene el cierre o se opta por su mantenimiento y extensión de su vida útil, algo que cada vez piden más voces y que se reclamará en la manifestación que la plataforma ‘Sí a Almaraz, Sí al Futuro’ (creada por 40 alcaldes no se resignan al cierre de la central extremeña ) celebrará el día 18 en Almaraz. Foro Nuclear quiere tener interlocución con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Este mismo miércoles, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, ha hablado, por fin, de la nuclear, pero por ahora descarta cualquier cambio respecto al cierre de las centrales... y eso que la nuclear será una energía clave para los centros de datos.