Otra trampa de los indios Mittal se ha conocido en la recta final de 2024. Y es que ArcelorMittal ha acordado un nuevo ERTE tanto con los sindicatos como con los trabajadores, pero en realidad está dejando de crear capacidad productiva en nuestro país.

ArcelorMittal es la mayor siderúrgica del mundo, está controlada por la familia india Mittal y ha recibido ayudas públicas del Gobierno Sánchez (450 millones de euros), aunque pide más dinero, por supuesto.

No hay que olvidar que recibió a Teresa Ribera, ya como vicepresidenta europea, no en sus instalaciones españolas, sino en las de Gante (Bélgica), y encima, tras suspender un proyecto para producir acero verde en Gijón (Asturias, España). ¡Qué cara más dura!

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La mayor siderúrgica del mundo terminó 2024 acordando un nuevo ERTE que durará hasta el 31 de diciembre de 2025 y afectará a unos 6.600 trabajadores, es decir, otro subsidio de paro encubierto que no engrosa la elevada tasa de desempleo de nuestro país (que es líder en esto de toda la UE y de toda la OCDE). Por tanto, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, estará contenta con los indios.

En el nuevo ERTE por causas productivas, el salario de los trabajadores se complementará hasta el 90%. Es decir, una parte la pagará la empresa y otra el Estado, es decir, el conjunto de los contribuyentes, a pesar de que las cuentas de la Seguridad Social que vigila la ministra Elma Saiz no están para tirar cohetes. Recuerden que estas últimas tienen que asumir el incremento de las pensiones contributivas, las pensiones no contributivas y el Ingreso Mínimo Vital (IMV), así como los numerosos récords mensuales del gasto en pensiones contributivas.

Con el nuevo ERTE se lastrará la inversión y la creación de capacidad productiva, y se baraja que las plantas más afectadas podrían ser las de Extebarri (Vizcaya) y Lesaka (Navarra), donde el impacto sobre el empleo no podrá superar el 40% y el 35%, respectivamente. Por su parte, en las fábricas de Asturias y Sagunto (Valencia) el impacto temporal sólo podrá afectar al 15% de los puestos de trabajo. En el sector de la distribución el recorte no superará el 20% y en la división AMDS, será como máximo del 40%, según CCOO.

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Este sindicato ha referido que el acuerdo del nuevo ERTE es “un ejercicio de responsabilidad”. Y lo ha firmado, a pesar de que considera que ArcelorMittal no ha acreditado todas las causas para justificar el ajuste temporal de empleo. Por si esto no bastara, ha señalado que es “consciente de que existe cierta desaceleración de la producción, en algunas plantas más que en otras y debido a la situación coyuntural de la economía y a la estrategia industrial que el grupo sigue en Europa”. Además, al mismo tiempo, ha lamentado que la siderúrgica se haya negado a “asumir las inversiones sobre descarbonización a las que ya se ha comprometido, lo que agrava la incertidumbre y pone en entredicho el futuro de las factorías”. Entonces, a fin de cuentas, ¿por qué el sindicato que lidera Unai Sordo ha firmado el nuevo ERTE? En definitiva, porque no quiere salidas traumáticas, o sea, despidos.

Y ojo, se ha acordado también que debe existir paro de instalaciones para aplicar el nuevo ERTE… Una vez más, la familia Mittal vuelve a apostar por reducir empleo y capacidad productiva en España, pese a las ayudas públicas que recibió del Gobierno Sánchez. Hace unos meses, hubo un ERE en Asturias que afectó a 131 empleados… y en esa ocasión, fue con el beneplácito de los sindicatos UGT y USO. No olviden que a Arcelor Mittal también persiste en el síndrome de Nowa Huta fuera de nuestras fronteras: anunció 3.500 despidos en Sudáfrica hace poco más de un año. Y encima, tiene una buena excusa para justificar los ajustes laborales y productivos: la fuerte competencia del acero que fabrica China

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