ArcelorMittal ha salido de compras, aunque curiosamente puede que no sea el mejor momento a la vista de los malos resultados semestrales (el beneficio neto se ha hundido un 51,2%, a unos 1.332 millones de euros, y los ingresos han bajado un 12,3%, a 30.049 millones) y de los nuevos despidos en España hace unos meses. Y es que se ha hecho con el 28,41% de Vallourec y ha pagado por ello 955 millones a su primer accionista, el fondo de inversión -y especulativo- Apollo. Eso sí, al mercado le gusta: su cotización sube más de un 2%...

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El gigante siderúrgico que controla la familia india Mittal ha recalcado que no tiene intención de lanzar una OPA por el capital restante del citado fabricante francés de tuberías y conducciones para hidrocarburos en los próximos seis meses, y que si cambia de intención, lo comunicará. Cuando se concluya el acuerdo, nombrará a su director financiero, Genuino Magalhaes Christino, como consejero de Vallourec, algo que también hará con el director de operaciones de ArcelorMittal USA, Keith Howell, al tiempo que designará al CEO de ArcelorMittal e hijo del fundador, Aditya Mittal, como observador de Vallourec. Este último, ha considerado que la entrada en Vallourec es una “participación estratégica” y “una incorporación bienvenida a nuestra cartera de inversiones”, y espera apoyar a su equipo directivo “en sus esfuerzos por seguir mejorando su rendimiento”, y al mismo tiempo, que contribuya a los esfuerzos de ArcelorMittal para hacer crecer su negocio, tras las compras en Brasil y EEUU en los últimos años.

El CEO de ArcelorMittal e hijo del fundador, Aditya Mittal, considera que la entrada en Vallourec es una “participación estratégica” y “una incorporación bienvenida a nuestra cartera de inversiones”... para hacer crecer su negocio

Unas operaciones con las que Aditya Mittal confía en ampliar sus capacidades de producto y su exposición a los mercados emergentes, así como en que “mejorarán nuestra capacidad de generar beneficios”. Algo que, a la vista del desplome del 51,2% en la ganancia semestral, no estaría mal, pero ojo, porque esto último supone la excusa perfecta para seguir despidiendo, pese a las ayudas públicas recibidas (por ejemplo, en España), y para extender el denominado síndrome de Nowa Huta. Recuerden que al presidente ejecutivo del gigante siderúrgico mundial, Lakshmi N. Mittal, se le puede conocer por ser un gran despedidor, pues en la ciudad polaca de Nowa Huta, que se levantó junto a Cracovia (siguiendo el modelo soviético y siendo un reconocido experimento de ingeniería socialista), compró la acerera cuando cayó el comunismo y redujo la plantilla de 40.000 trabajadores a 10.000.

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Al hilo de las palabras de que, por el momento, no tiene intención de lanzar una OPA por le capital restante de Vallourec, conviene recordar que en 2022 no tuvo reparos en una operación de ese tipo. De hecho, lanzó una oferta de fusión de Aperam (filial de ArcelorMittal -por tanto de la familia india Mittal- que controla al 40%) al grupo siderúrgico español Acerinox, aunque este último rompió la negociación casi antes de empezar y monstró un gran enfado con Mittal que duró semanas, recalcando que dicha oferta no fue solicitada, pero sí escuchada... y rechazada por los March (primeros accionistas de Acerinox a través del holding de inversiones Corporación Financiera Alba, dueño del 18,958% del capital).