Acerinox sorprende a todos en su rueda de prensa: "nos vienen bien los aranceles de EE.UU, pero nos preocupa mucho lo que puede pasar en Europa", ha asegurado el CEO de la compañía, Bernardo Velázquez, quien ha aprovechado para enviar un mensaje a Bruselas: o endurecen los mecanismos de defensa comercial, o el acero asiático que no va a poder entrar en Estados Unidos vendrá a Europa y podría desbordar el mercado. Para entendernos, Velázquez no sólo aplaude a Trump si no que le pide a Europa que actúe: hay que pararle los pies a Asia. 

Velázquez sabe de lo que habla, China es uno de los principales exportadores de acero del mundo y representó el 72% del total en el año 2024. Con los aranceles de Trump, China va a buscar nuevos mercados: "Y ese destino podría ser Europa. Puede ser un desastre para las compañías europeas".

Siguen siendo partidarios del libre comercio, pero exige un marco de reglas equitativo: "Para competir hay que jugar con las mismas reglas". "Necesitamos medidas de salvaguarda y mayor agilidad con los expedientes antidumping", exigió el presidente, Carlos Ortega.

Acerinox ha celebrado este encuentro previo a la Junta de Accionistas donde han anunciado unos resultados que si bien no son negativos, son inferiores a lo que se preveía: "No son malos números, pero claramente inferiores a lo esperado", en referencias a unos ingresos de 5.413 millones de euros

Pero parece que Acerinox tiene clara la estrategia. Se centra en Estados Unidos, donde compró de Haynes International, especializada en aleaciones de alto rendimiento, operación valorada en 900 millones de euros, que supuso la mayor adquisición de la historia de la compañía: "Somos muy optimistas con EE UU. Ahí es donde queremos generar el mayor valor a largo plazo", y "Haynes encaja perfectamente en nuestro puzle". 

"Somos una compañía americana con una base inversora europea", ha defendido Ortega, resaltando que el 52% de la facturación del grupo está en suelo americano.

La compañía ha calmado las aguas en Cádiz y da por cerrada su etapa en Malasia, con la venta de su planta de Bahru Stainless que han calificado de "no rentable".

Además el gigante siderúrgico en manos de los March a través de Corporación Financiera Alba (18,958%) ha anunciado cambios internos, la reducción del mandato de los consejeros de cuatro a dos años, buscando mayor agilidad y adaptabilidad.

Y aunque ahora quieren centrarse en Haynes y en el crecimiento orgánico, ponen la vista en África, en concreto en Nigeria y Angola: "Nigeria es el país con el crecimiento más rápido del mundo. África está despertando".