El Banco de España ha publicado su Informe de Estabilidad Financiera de otoño de 2021. Recordemos que su gobernador, Pablo Hernández de Cos, ya anticipó en el mes de octubre una "revisión significativa a la baja" de las previsiones de crecimiento para este año, tras el ajuste del PIB del INE en el segundo trimestre, que pasó del 2,8 % al 1,1 %. 

En él, advierte que la evolución económica puede verse afectada por varias vulnerabilidades y riesgos, que "permanecen todavía en niveles elevados", incluyendo una recuperación desigual entre sectores o una elevada inflación más persistente de lo que actualmente se estima.

En concreto, destaca la "debilidad" de ciertos segmentos de empresas y hogares, en especial, aquellos ligados a la hostelería, el turismo, el transporte o fabricación de automóviles, que han acumulado los mayores incrementos de deuda bancaria y de crédito dudoso.

Asimismo, señala como vulnerabilidad el incremento del endeudamiento público, como consecuencia de la "necesaria y decisiva" respuesta de la política económica durante la pandemia de la Covid-19. Añade que este elevado nivel de deuda hace vulnerable durante ese periodo a la economía española ante un posible deterioro económico, reduciendo la capacidad de respuesta en caso de que se materialicen riesgos.

El Banco de España advierte que si los problemas en las cadenas de suministros acaban por lastrar la actividad económica mundial de forma intensa y persistente, "ello afectaría también de forma más duradera a algunas ramas industriales" de España.

Otro riesgo es la posibilidad de que el alza de los precios de las materias primas y algunos bienes intermedios sea "menos pasajera de lo que se supone en la actualidad

Otro riesgo a la baja sobre la actividad, advierte el organismo, “que ha ganado intensidad recientemente”, es el repunte de la inflación. El Índice de Precios de Consumo (IPC) adelantado subió en octubre y disparó su tasa interanual hasta el 5,5 %, lo que supone 1,5 puntos por encima de la tasa de septiembre y su nivel más alto en 29 años, debido el encarecimiento de la electricidad. Se trata de una subida que, para el Banco de España es “transitoria”. Por ello, el riesgo es la posibilidad de que el alza de los precios de las materias primas y algunos bienes intermedios sea "menos pasajera de lo que se supone en la actualidad", lo que podría presionar la renta de hogares y empresas. "Esa mayor persistencia podría dar lugar a una traslación de las subidas de costes a los precios finales y las demandas salariales, dando lugar a un repunte de la inflación de una naturaleza más intensa y duradera que la anticipada en este momento", señala el informe.

También identifica como un riesgo la propagación de nuevas variantes de la Covid-19 que sean más resistentes a las vacunas, lo que podría conducir a nuevas restricciones a la movilidad, así como los riesgos asociados con efectos más persistentes de la crisis sobre el tejido empresarial y el empleo.

El Banco de España recomienda una "correcta" modulación de las políticas monetaria y fiscal a fin de consolidar la recuperación del crecimiento económico, adoptando un "enfoque flexible" que se adapte a la evolución de la situación económica, al tiempo que ha pedido que las políticas fiscales sean "cada vez más selectivas y focalizadas" en los sectores económicos para los que la reactivación "está siendo más lenta". Añade que es aconsejable mantener una política prudencial "relajada", desaconsejando la activación de herramientas macroprudenciales.

No obstante, señala que las previsiones centrales sobre la economía española, en el corto plazo, recogen la continuación de la recuperación, que se ve favorecida por el progreso en la campaña de vacunación, el levantamiento de las medidas de contención de la pandemia y el respaldo de las políticas económicas, así como la llegada de los fondos europeos.

Y afirma que la situación económica española "ha mejorado" desde abril, al tiempo que la incertidumbre sobre la senda de crecimiento de la economía española a corto y medio plazo "se ha reducido" gracias a la mejora de la situación sanitaria y económica, si bien ha alertado de que