El gobierno ha nombrado este martes a Soledad Núñez como subgobernadora del Banco de España, en sustitución de Margarita Delgado, para los próximos seis años. Núñez, que ya formaba parte del Consejo de Gobierno y de la Comisión Ejecutiva de la instituión, es socialista -dirigió la Oficina Económica de Moncloa con Zapatero y fue directora general del Tesoro entre 2005 y 2011-, aunque los que han trabajado con ella aseguran que no es sectaria. Tal vez por eso ha sido la elegida por Moncloa, para contrarrestar a Escrivá.

Luego contaremos más sobre ella, porque lo primero que llama la atención es que el Partido Popular se haya inhibido en el nombramiento del número dos del Banco de España, sobre todo después de la experiencia vivida con Fernando Restoy (2012-2016), nombrado por el PSOE, entonces en la oposición, como subgobernador de Luis María Linde, nombrado por el gobierno de Rajoy.

Es comprensible que, tras colocar Moncloa al ministro José Luis Escrivá en el BdE, el PP se negara a negociar el número dos, pero es un grave error. El subgobernador es miembro de una de las instituciones más golosas del sistema financiero como es el consejo de supervisión del BCE, y tiene acceso a los análisis de cualquier banco de la Eurozona y, por supuesto, también a los nacionales a los que, además, puede abroncar si fuera necesario.

Restoy, obsesionado por las fusiones, fue muy activo e intentó por todos los medios fusionar todas las cooperativas de crédito en una única entidad. Menos mal que fracasó. Donde sí triunfó, aunque no en la manera en la que él pensaba, fue en la absorción del Popular por parte del Santander, como hemos contado en Hispanidad.

En definitiva, Génova ha cometido un grave error al no pelear el nombramiento del número dos del BdE, tras la cacicada de Escrivá.

Ahora sí, vamos con Soledad (67) cuya relación con el BdE transciende lo estrictamente profesional. Su padre, José Luis Núñez de la Peña, era subdirector general de Inspección cuando falleció repentinamente en su despacho, en 1982. Su hermana Susana ingresó en el cuerpo de técnicos del BdE en 1974 y en el 2000 fue nombrada directora del departamento de Sistemas de Pago. Sin duda, una familia ligada al palacio de Cibeles.

Además de socialista, Soledad Núñez forma parte del grupo de los ‘minnesotos’, al igual que el exministro Miguel Sebastián, gran amigo suyo, y otros socialistas que estudiaron en la universidad norteamericana de Minnesota. Por cierto, el esposo de Soledad, Javier Vallés, también trabajó a las órdenes de ZP como director de la Oficina Económica de Moncloa, tras David Taguas.

Según TVE, Núñez tiene un perfil técnico, lo que no deja de tener cierta coña porque, de acuerdo que no es sectaria, pero se trata de un nombramiento político, con perfil político. También es cierto que comparado con Escrivá…

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Una vez completada la cúpula, llega lo más complicado, esto es, que Escrivá ponga a su gente en una institución que, vamos a decirlo así, no le aprecia demasiado.

Mientras tanto, la manipulación monclovita ya ha comenzado. Y es que el BdE, ni fiscaliza ni asesora al gobierno. Es el principal servicio de estudios del país, el más prestigioso y el encargado de sacarle los colores al gobierno en materia económica. José Luis, sé valiente.