España es demasiado tolerante con las inversiones extranjeras en sus compañías, inversiones que llegan tanto de fondos (de inversión y soberanos) como de empresas privadas y estatales… cuando debería proteger mucho más lo suyo, y en especial, si se trata de sectores estratégicos o muy relevantes. Sin embargo, no dejan de llegar sorpresas… y no muy positivas en este contexto. Tras conocerse que Catar (el financiador del grupo terrorista Hamás) pretende mandar más en Iberdrola, llegan dos acuerdos de Repsol y Grenergy con los grupos automovilísticos chinos Chery Group (dueño de las marcas Omoda y Jaecoo) y BYD, respectivamente, y conviene recordar que el Banco Santander también ayuda a Omoda. Sin embargo, ninguno de los dos grupos chinos, por ahora, fabrica ningún coche en España. Vamos mal… en defender lo nuestro.

El banco que preside Ana Botín financia la venta de coches de la marca Omoda en nuestro país desde hace más de seis meses, cuando se anunció que era su partner (socio) financiero. Esto conviene recordarlo y más ahora, justo cuando Chery ha retrasado para 2025 la producción del eléctrico Omoda 5, que iba a empezar en la antigua planta de Nissan en la Zona Franca de Barcelona a finales de este año. Sus excusas han sido los aranceles europeos a los coches eléctricos chinos y las previsiones y las previsiones optimistas de ventas de los modelos de Ebro, que es su aliado en la citada fábrica de la Ciudad Condal. Resulta un tanto curioso las previsiones optimistas… y más en este contexto de crisis en todo el sector de la automoción que se está viviendo en el mundo. Y recuerden que el grupo automovilístico Ebro-EV Motors (tras el cierre de la planta de Nissan en la Ciudad Condal, volvió Ebro con varios accionistas -siendo EV Motors el mayoritario-) comenzará a fabricar allí los modelos Ebro S700 y S800, con motor de gasolina y versión híbrida enchufable a partir del próximo noviembre. Como ven empieza con varias tecnologías y ninguna es una versión 100% eléctrica. Por ahora, Chery Group, que iba a ser una excepción dentro de la colonización automovilística china al anunciar que venderá coches en España... y también los fabricará, por ahora sigue siendo como el resto de sus compatriotas y la mayoría de las firmas asiáticas porqe sólo los vende. 

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El Banco Santander también financia la venta de coches del grupo chino BYD en varios países, entre ellos: Reino Unido, México y Brasil. Asimismo, a finales de marzo de 2021, se convirtió en la financiera de la china MG Motor, cuya matriz es el grupo chino SAIC Motor. Hasta julio, las marcas MG, Omoda y BYD estaban entre las que más crecían en ventas de turismos en nuestro país; y en los ocho primeros meses, han sido Omoda (+7.964,7%, a 4.113 unidades), BYD (+1.087%, a 1.828 turismos) y Evo -la marca china apoyada por el grupo italiano DR- (+697,2%, a 287 coches) las que más han incrementado sus ventas respecto al mismo periodo de 2023, según datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac).

Entre enero y agosto, han sido Omoda (+7.964,7%, a 4.113 unidades), BYD (+1.087%, a 1.828) y Evo (+697,2%, a 287) las que más han incrementado sus ventas de turismos en España

la directora de la Fuerza de Ventas B2B de Repsol, Susana Baños, y el country manager de Omoda y Jaecoo en España, Darren Tu

Claro que Omoda y su hermana, Jaecoo (que llegará a nuestro país el próximo día 17), también recibirán la ayuda de Repsol. Esta última ha anunciado “un acuerdo multienergético único” con las dos marcas chinas que son propiedad de Chery Group, y ya se ha producido la firma por parte de la directora de la Fuerza de Ventas B2B de Repsol, Susana Baños, y el country manager de Omoda y Jaecoo en España, Darren Tu. La alianza se traduce en un marco general de colaboración para avanzar hacia la descarbonización del sector del automóvil y se concreta, por ejemplo, en que Repsol pone a disposición de Omoda y Jaecoo su oferta multienergética y sus principales herramientas de pago. De esta forma, la compañía que preside Antonio Brufau y tiene como CEO a Josu Jon Imaz les ofrece una solución integral de recarga eléctrica a los clientes y empleados de las dos marcas chinas, así como la posibilidad de electrificar sus concesionarios o su sede corporativa. También les ofrece combustibles 100% renovables, generación fotovoltaica, autoconsumo, proyectos de eficiencia energética, certificados de ahorro energético, compensación de emisiones o el suministro de electricidad 100% renovable.

La directora de la Fuerza de Ventas B2B de Repsol, Susana Baños, y el country manager de Omoda y Jaecoo en España, Darren Tu

Por si lo anterior no bastara… y eso que ya es demasiado, Waylet, la aplicación de pago y fidelización de Repsol, será medio de pago en la red de concesionarios de Omoda y Jaecoo; y Solred, el medio de pago de Repsol para el sector profesional, se podrá utilizar para pagar las recargas eléctricas o el combustible utilizado en las estaciones de servicio de Repsol. A través de dichas aplicaciones, esta última ofrecerá a los usuarios ofertas especiales dichos coches chinos. Además, se explorará la posibilidad del uso de lubricantes de Repsol, así como la utilización de los vehículos de Omoda y Jaecoo en las flotas corporativas de Repsol y ofertas exclusivas para los trabajadores de la compañía multienergética.

El citado acuerdo entre Repsol y esas dos marcas chinas es algo llamativo, porque hace unos meses y aludiendo a un contexto más general del sector energético, el propio Imaz advirtió a Europa que “no podemos sustituir la dependencia de la cadena de suministro del gas ruso por una china de materias primas”. Sin embargo, ahora la compañía multienergética es demasiado generosa con dos marcas automovilísticas del gigante asiático que aún no producen ni un solo coche en nuestro país, pero sí los venden. Eso sí, su excusa es colaborar para descarbonizar el sector del automóvil...

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Y por último, otra energética española, Grenergy ha ampliado el acuerdo estratégico que firmó a principios de año con BYD. Se trata de la compañía que controla David Ruiz de Andrés (tiene el 67,37% del capital), la cual produce energía a partir de renovables -fotovoltaica, principalmente, pero también algo de eólica-, tiene algo de almacenamiento y cuenta con una cartera de 15.600 megavatios (MW) en varias etapas de desarrollo en los 11 países en los que opera. Ahora ha ampliado su acuerdo con el grupo automovilístico chino para el suministro de sistemas de almacenamiento a gran escala para el proyecto Oasis de Atacama, en el norte de Chile, que es el mayor proyecto de almacenamiento del mundo.

La citada alianza incluirá a partir de ahora la fase 3 también, y no sólo la 1 y la 2, por lo que la capacidad total ascenderá a 3 gigavatios-hora (GWh), y se convierte en la más grande para el grupo chino (el cual no sólo fabrica coches, sino también baterías de almacenamiento para vehículos y para energía). BYD suministrará a Grenergy su modelo MC Cube para la planta de Víctor Jara y se prevé que llegue en el segundo trimestre de 2025 y entre en operación ese mismo año. En concreto, 537 contenedores, que equivalen a la capacidad de almacenamiento de más de 9.000 autobuses eléctricos y una autonomía de más de 1,6 millones de kilómetros.

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Y por cierto, no hay que olvidar que BYD todavía no produce ningún coche en España. Eso sí, no le importa burlarse de españoles y del resto de europeos porque patrocinó la última Eurocopa de fútbol. Asimismo, dicha burla crece y refleja su intento de esquivar los aranceles de la UE a los coches eléctricos importados del gigante asiático porque ya tiene una fábrica en Hungría y otra en Turquía, y podría sumar otra planta, aunque no, “al menos, a corto plazo”, como ha referido su vicepresidenta, Stella Li, en una entrevista en Cinco Días, y entre los que pujan para adjudicársela figuran España e Italia. “Queremos ser uno de los principales actores de la industria y eso implica fabricar aquí”, ha subrayado Li. Por ahora, sólo vende... y mucho (quizá demasiado) aquí. Y por cierto, en España, BYD ha elegido como socio financiero al banco CA Auto Bank, que pertenece al grupo bancario francés Crédit Agricole