Carlos Torres quiere un Consejo a su medida, como es lógico, tras cinco años como presidente del BBVA
Entre los puntos del orden del día de la próxima Junta de Accionistas del BBVA -15 de marzo en Bilbao-, están las reelecciones como consejeros de José Miguel Andrés Torrecillas y Jaime Caruana, los mismos que en su momento conspiraron para echar a Carlos Torres y, de paso, a Onur Genç.
Tanto Andrés Torrecillas como Caruana entraron en el Consejo en la etapa anterior, durante la Presidencia de FG -el primero en 2015 y el segundo en 2018- y tienen que renovar este año, pero tranquilos, porque Torres podrá aprovechar el caso Villarejo para prescindir de ellos, aunque estén recién renombrados por otros cuatro años.
El nuevo banquero de Moncloa afronta el calendario definitivo del juez Manuel García-Castellón, que se jubila definitivamente en octubre, tras consumir todas las prórrogas posibles. Lo hará con la instrucción del caso terminada. De hecho, ya ha concluido y únicamente queda pendiente el análisis de los famosos ‘hits’ o palabras clave de los cientos de miles de documentos existentes, solicitado hace meses por la acusación.
Como decimos, para el mes de octubre el juez habrá redactado el auto de transformación que dé paso al juicio oral. Todo indica que Torres se librará de ser encausado a pesar de su antigüedad en la cúpula del banco, ya que fue nombrado consejero delegado en sustitución de Ángel Cano, en mayo de 2015, y la relación del banco con el excomisario se prolongó hasta 2017.
El caso es que los 'hits', cuyo análisis se prolongará hasta junio, prejuzgarán la imputación, tanto de BBVA SA como de Francisco González (FG), Eduardo Arbizu, Julio Corrochano, Antonio Béjar, el precitado Ángel Cano y Paul Tobin. Torres, como decimos, no será imputado, casi con total seguridad.
No sólo eso, Torres está más firme que nunca, le ha parado los pies al CEO Onur Genç y ha introducido en el Consejo a dos personas de su cuerda: Cristina de Parias, que en su día rivalizó con él para el puesto de CEO del grupo, y Enrique Casanueva, el mismo que sirvió de instrumento de Saracho para la venta amañada del Popular. Parias ha sido elevada y cumple así su aspiración de llegar al Consejo, y Casanueva ha demostrado ser un servidor obediente, capaz de llevar a cabo cualquier cometido.