El anuncio de recomprar acciones ha eclipsado la situación del negocio bancario hasta septiembre
Ya pasado el ecuador de las presentaciones de resultados de este tercer trimestre del ejercicio, nos llega este viernes los del BBVA de… ¿Carlos Torres?, ¿o de Onur Genç? o ¿quizás ya de Erdogan? La verdad, algunos ya dudamos después del jaleo de estos últimos tiempos a propósito del control de la entidad que más bien parece un gallinero. Después veremos cómo está influyendo esta ‘Pasión Turca’.
Pues así vamos a por los números, y comenzamos diciendo que el resultado atribuido ha sido de 3.311 millones de euros (M€), nada comparable con las pérdidas de 15M€ del pasado ejercicio en el que registraron un deterioro del fondo de comercio del negocio en EEUU por 2.084M€, y 2.459M€ más que en este ejercicio por provisiones o deterioros de activos. En total, cerca de 4.507M€. Haciendo una simple resta podemos ver que el resultado sería bastante parecido sin estos extraordinarios.
En la parte alta de la cuenta vemos que el margen de intereses, 10.708M€ ha sido un 3,7% inferior al ejercicio 2020, curiosamente gracias a la mejor evolución en la aportación de los países de América, mientras que Turquía y España han empeorado su aportación. Las comisiones netas crecen un 14,2% con 3.518M€ de aportación y el ROF, gracias a la unidad de Global Markets y revalorizaciones de empresas del grupo, aporta 1.472M€, un 7% más interanual, la mayor aportación al FUR justifica los -108M€ de otras cargas. El margen bruto desciende un 0,2% respecto al 2020.
La primera bomba de BBVA es el anuncio de su intención de lanzar una oferta de compra de hasta el 10% de su capital por un importe máximo de 3.500M€ y que dejaría el ratio de solvencia CET1 Fully Loaded que ahora está en 14,48%, en un cómodo 13,18%
Los gastos de explotación crecen un 2,2% pese a la aplicación de la política de reducción de plantilla y cierre de oficinas no rentables. El margen neto, 8.613M€, es un 2,1% inferior al del pasado ejercicio.
El total de créditos a la clientela asciende a 327.968M€, un 1,5% superior al pasado ejercicio. De éstos, 14.864M€ están considerados como riesgos dudosos, un 0,9% menos que en septiembre del pasado ejercicio, y la cobertura de estos riesgos dudosos se sitúa en 11.895M€, que significa una cobertura del 80%, inferior en 5 p.p. a la del pasado ejercicio, pero que aún sitúa al BBVA entre las más altas del sistema bancario a pesar de haber reducido en un 5,6% los fondos de cobertura por la evolución positiva de los saldos dudosos. La tasa de mora al final de los nueve meses se ha situado en el 4% 0,1p.p. menos que el registrado en septiembre de 2020.
Continuando con los números, vemos que el impacto Covid continúa castigando la cuenta de resultados del BBVA y en estos nueve meses del ejercicio ha dedicado 2.202M€ a deterioros de activos financieros, lejos de los 4.278M€ del pasado ejercicio, pero muy altos en comparación con lo visto en otras entidades a estas fechas. Quizás la situación económica de países como Turquía y los negocios en Suramérica estén afectando esta partida. Además de estas provisiones por deterioros ha dotado provisiones por 224M€ que, según indican, son complementarias a los 6207M€ ya dotados en el pasado ejercicio para hacer frente a potenciales reclamaciones en España y Turquía. La partida de otros resultados -5M€ corresponde a otros deterioros.
Nos queda la línea de resultados por operaciones interrumpidas, que en el pasado ejercicio recogieron -2.031M€ por el deterioro del fondo de comercio debido a la venta de BBVA EEUU; a 30 de septiembre recoge +280M€ por esta misma operación. También se han registrado un cargo de 696M€ por los 745M€ de costes por despidos colectivos y 240M€ de costes por cierres de oficinas, ambos antes de impuestos.
La segunda, a la que la primera evidentemente va a eclipsar, es la evidente batalla de egos entre Carlos Torres y Onur Genç, que parece preocupar al BCE, ya que el consejero es proclive a incrementar la participación de BBVA en Garanti en un momento de inestabilidad económica debido al crecimiento de la inflación en Turquía
La primera bomba de BBVA es el anuncio de su intención de lanzar una oferta de compra de hasta el 10% de su capital por un importe máximo de 3.500M€ y que dejaría el ratio de solvencia CET1 Fully Loaded que ahora está en 14,48%, en un cómodo 13,18%. Evidente resulta la grafica de cotización, casi en vertical, pues supone una remuneración indirecta al accionista.
La segunda, a la que la primera evidentemente va a eclipsar, es la evidente batalla de egos entre Carlos Torres y Onur Genç, que parece preocupar al BCE, ya que el consejero es proclive a incrementar la participación de BBVA en Garanti en un momento de inestabilidad económica debido al crecimiento de la inflación en Turquía, que ha pasado del 14,97% interanual en enero al 19,58% en septiembre. A esto habría que añadir la bronca política y diplomática por la orden de Erdogan de expulsar a diez embajadores europeos por pedir la liberación de un activista. Más madera al fuego.
La cotización de la acción del BBVA, al cierre del articulo, sube más de un 5% y quedan muchas horas de mercado.