Onur Genç, Recep Tayyip Erdogan y Carlos Torres: los tres se juegan mucho en las elecciones presidenciales turcas
Las elecciones presidenciales turcas del domingo 14 son muy importantes para el BBVA, dueño de uno de los bancos más importantes del país. Y en contra de lo que pudiera parecer, en este momento, al banco que preside Carlos Torres no le interesa un cambio de gobierno, a pesar de la crisis económica que atraviesa el país.
Para empezar, y contrariamente a lo que sucedía algunos meses atrás, a Torres ya no le interesa que Onur Genç abandone la entidad. Le quiere tener cerca, aunque la relación entre ambos sigue siendo equiparable a las fincas de Extremadura, esto es, manifiestamente mejorable.
Sí, a Torres le interesa que Genç continúe como consejero delegado -aunque no salga de su despacho, en la Vela-, para así mantener su delicadísimo equilibrio de poder. Si sale Onur, él podría ir detrás, entre otros motivos por el caso Villarejo, que luego veremos.
Visto de otra manera: si gana Erdogan, Genç tendrá todas las papeletas para seguir como número dos del BBVA e interlocutor suyo. No olvidemos que el banco con sede en Bilbao es una de las cuñas más importantes que tiene el presidente turco en la Unión Europea, la misma que en su día no le dejó entrar, y en el BCE.
Por el contrario, si pierde el domingo -lo más probable es que haya una segunda vuelta- Genç se quedará sin su argumento principal para continuar como CEO del segundo banco español. Y si sale Onur, Torres podría ir detrás, como hemos dicho antes. Por cierto, el presidente del BBVA sigue contando con el asesoramiento del cuñado de su esposa, el director general de Atresmedia, Javier Bardají.
Caso Villarejo: Alejandro Cabaleiro frente a Manuel García-Castellón o, lo que es lo mismo, fiscal frente a juez, justo en la recta final de la instrucción del caso. Cabaleiro va a por todas y quiere cobrarse la cabeza de Torres, además de la de la persona jurídica BBVA. Es decir, quiere que los dos entren como imputados -el banco ya lo está- en la fase de juicio oral.
En definitiva, Torres está actualmente en un delicadísimo equilibrio de poder, que se podría romper si Erdogan pierde las elecciones o si el banco y/o él mismo, entra como imputado en el juicio oral por el caso Villarejo. Es decir, si gana Erdogan, pero el banco -y/o él mismo- entra como imputado en el juicio oral, Onur se quedaría pero él tendría que abandonar.