El juez Manuel García-Castellón, el fiscal Alejandro Cabaleiro y el presidente del BBVA, Carlos Torres
El gran temor del Consejo de Administración del BBVA, incluidos su presidente y su CEO, Carlos Torres y Onur Genç, respectivamente, es que el banco, actualmente imputado (investigado) en el caso Villarejo, pase a la fase oral del juicio como imputado.
En este contexto es en el que Torres acudirá a declarar como testigo el próximo lunes 16 de octubre. Se trata de la cita definitiva de la instrucción, la que marcará el rumbo del juicio oral. Ahora bien, Torres se presentará en la Audiencia Nacional con la balanza muy a su favor. En otras palabras, si lo hace medianamente bien, no sólo saldrá de allí como entró, sino que el banco dejará de estar imputado en la causa. Si hubiera que medirlo, podríamos decir que tiene el 90% de probabilidades de éxito.
Un triunfo que se concretaría, además, en el cierre de la instrucción por parte del juez y el inicio de la fase oral, a la que pasarían como imputados Francisco González (FG), Arbizu, Béjar, Corrochano…
Antes, eso sí, Torres tendrá que responder a las preguntas del fiscal, Alejandro Cabaleiro, convencido de que existen indicios suficientes como para que la persona jurídica BBVA pase a juicio oral como imputado. No será un trago agradable para Torres que, en cualquier caso, tendrá que ir muy bien preparado. Conviene recordar que fue ascendido a CEO en 2015 -sucedió a Ángel Cano- y el banco siguió contratando a Cenyt, la empresa de Villarejo, hasta noviembre de 2017. Un paso en falso y Cabaleiro podría utilizarlo para alargar la instrucción y, más preocupante aún, mantener imputado al banco.
Menos mal que Torres cuenta con el asesoramiento del bufete Garrigues, que tantos buenos consejos le ha dado a lo largo de la instrucción. Tan buenos que han conseguido cabrear tanto al juez como al fiscal.