Carlos Torres y Josep Oliu, presidentes de BBVA y Sabadell, y Onur Genç y César González-Bueno, CEOs de BBVA y Sabadell, respectivamente
Este viernes 5 de julio, el BBVA celebra Junta General de Accionistas. Ampliación de capital para comerse al Sabadell. Con ello Carlos Torres y Onur Genç demostrarán que siguen adelante en su proyecto de OPA hostil frente al Sabadell y que preparan el papel necesario para el intercambio de cromos.
El BBVA empieza a ganar la batalla aunque es peor banco que el Sabadell. Otra vez el malo se puede comer al bueno. Carlos Torres se juega la vida, Oliu, sólo su jubilación
Lo cierto es que las OPAS con papelitos no gustan a nadie: lo que mola es el metálico, y aunque ahora mismo no puede hacerlo, porque hay que seguir el lentísimo protocolo OPA vigente en España, lo cierto es que se espera que Torres realice en la Junta alguna alusión a una posible mejora de la tacaña -sí tacaña, por mucha prima de emisión que le eches- OPA del banco vasco sobre el banco catalán de Pep Oliu.
Pero, por lo demás, me temo que el BBVA está empezando a ganar la batalla de la OPA sobre el Sabadell, aunque sea peor banco, lo es, que el Sabadell. Alguien dijo que el Sabadell está ganando el relato pero el BBVA está ganando el mercado y el mercado, como las SA, carece de alma.
Tras la salida a Bolsa de Perfumerías Puig, Oliu se encuentra hoy, con 75 años, en su mejor momento pecuniario y con domicilio fiscal en Madrid: ¿estará dispuesto a afrontar una batalla por la catalanidad del Sabadell?
No olviden que el BBVA tiene una red maltrecha en España y que México, el inestable y violento México, representa casi el 60% de la cuenta de resultados.
Sí, otra vez el banco malo se puede comer al bueno y rebajarlo a la mínima expresión, con reducción de plantilla y reducción de negocio, especialmente de pymes. Ya hemos dicho otras veces que donde con más ahínco prefieren que la operación BBVA-Sabadell prospere es en la Caixabank de José Ignacio Goirigolzarri y Gonzalo Gortázar. Y hasta cabe la posibilidad de que el BBVA cometa el mismo error que el Santander en el Popular: llegar y echar a todos los que sacan adelante... el negocio en la entidad catalana. Por ejemplo, el trascendental negocio de pymes que Carlos Torres tanto añora.
En cuanto se solucione el dilema, que no el problema, catalán, Sánchez dará media vuelta y apoyará al BBVA para que se coma al Sabadell. No será bueno para España, pero eso, ¿a quién le importa? Desde luego, no a Sánchez
Por otra parte, Torres se juega la vida; Oliu, sólo su jubilación. Torres no puede fracasar o se encontrará con que hasta un McKinsey debe presentar su dimisión antes de ser cesado.
Es más, la decisión de lanzar una OPA sobre el banco catalán, aunque prospere, puede haber sido la peor decisión de toda su vida profesional.
Ahora bien, enfrente tiene a Pep Oliu, presidente del Banco Sabadell. No olvidemos que Oliu es el presidente del 'family office' de la Familia Puig. Tras la salida a Bolsa de Perfumerías Puig, Oliu se encuentra hoy, con 75 años, en su mejor momento pecuniario y con domicilio fiscal en Madrid: ¿estará dispuesto a afrontar una batalla por la catalanidad del Sabadell? Precisamente él, a quien los chicos de Puchimón y la serena Marta Rovira ponen como no digan dueñas, por traidor a la patria catalana.
Eso sí, Torres puede llevar en el pecado la penitencia. Al final, el voluble Sánchez le apoyará pero, ojo, al mismo tiempo ya le ha prometido el BBVA al PNV. Y el 'cariño' de Ortuzar por Torres puede durar muy poco. A lo peor, Torres vence en la OPA y pierde ante el PNV
Miren ustedes, en cuanto se solucione el dilema, que no el problema, catalán (el problema es eterno), Sánchez ya no sentirá la presión de Junts y ERC en defensa de la catalanidad del Sabadell, dará media vuelta y apoyará al BBVA para que se coma al Sabadell. No lo duden.
Su decisión no será buena para España, cuyo oligopolio bancario -esa razón aportada por el ilustre ministro de Economía, Carlos Cuerpo (Charly Body)-, resulta que es cierta, interesada en su momento, pero cierta: esta fusión abundará en el lamentable oligopolio bancario español, y 'juan español' será el perdedor. Ahora bien, eso, el futuro de España, ¿a quién le importa? Desde luego, no a Pedro Sánchez.
Eso sí, Carlos Torres puede llevar en el pecado la penitencia. Al final, el voluble Sánchez le apoyará pero, ojo, al mismo tiempo, el sinuoso y ligeramente venenoso Sánchez ya le ha prometido el BBVA al PNV. Y el 'cariño' de Andoni Ortuzar por Carlos Torres puede durar menos que un caramelo a la puerta de un colegio. Primero que demuestre sus ocho apellidos vascos Y eso que, ahora mismo, Andoni le llama "amigo".
César González-Bueno va a luchar hasta el final. Lógico, la buena situación del Sabadell es mérito suyo. No quiere que ahora se lo quiten... pero el Consejo lo controla Oliu, no Bueno
El que queda enfrente, el verdadero opositor a la fusión es César González-Bueno, el CEO del Sabadell: luchará hasta el final. Lógico, la buena situación del Sabadell, que aún continúa en línea ascendente, es mérito suyo. No quiere que ahora se lo quiten... pero, cuidado don César, una OPA es cosa del Consejo de Administración, no del equipo directivo... y el Consejo lo controla Oliu, no usted.
Y sobre la actitud del BCE... ¿de verdad alguien se cree que en Europa manda Bruselas? Si acaso, manda el espíritu eurócrata bruselino, pero no Ursula von der Leyen ni Christine Lagarde. Por muchos sermones fatuos que nos lancen los corresponsales televisivos en la capital europea, por mucho que todos los progres continentales presuman de europeísmo, el viejo continente continúa siendo la Europa de las Naciones. Mucho me temo que no será el BCE el que se interponga en la opa del BBVA sobre el Sabadell.
Y sobre la actitud del BCE... ¿de verdad alguien se cree que en Europa manda Bruselas? Si acaso, manda el espíritu eurócrata, pero no Ursula von der Leyen ni Christine Lagarde
Además, no se engañen, los fondos, hoy, repito, dueños y señores del mundo financiero, prefieren un banco flojo pero grande a un banco rentable pero pequeño. Saben que un banco 'too big to fail', demasiado grande para caer... no puede caer, como su mismo nombre indica: gobiernos y presupuestos públicos acudirán a salvarle.
Ya saben, burro grande, ande o no ande. Es lo que podríamos llamar buen gobierno político-corporativo.