Para entendernos, el Gobierno primero apoyó a Carlos Torres en 'su' OPA sobre el Sabadell, pero cambió radicalmente de postura tras recibir la advertencia de Junts y ERC: el Sabadell no se toca. Y todo, en vísperas de las elecciones catalanas en las que Pedro Sánchez se jugaba su permanencia en La Moncloa. Lo peliagudo del asunto es que, tras esos comicios, la situación no ha cambiado, por lo que el Ejecutivo seguirá rechazando la fusión. Ahora bien, a ese rechazo se suma la pretensión de mantener a Carlos Torres al frente del BBVA. A fin de cuentas, continúa siendo el banquero del gobierno.

Lo que sí sorprende es que ni Torres ni Josep Oliu, presidente del Sabadell, están dando la cara y han delegado en sus consejeros delegados a pesar de que la principal función de un CEO no es estar en las grandes operaciones corporativas sino en gestionar el día a día de la empresa, tanto si el presidente es ejecutivo como si no lo es. Luego está el modelo Florentino Pérez, que acapara todas las funciones -es presidente y CEO- aunque haya nombrado a otro CEO. “Yo no cedo nada”, respondió el presidente de ACS y del Real Madrid al ser preguntado hace años por las funciones que le iba a ceder al entonces recién ascendido a consejero delegado de ACS, Marcelino Fernández Verdes.

Pero dejemos a Florentino, ahora muy ocupado por solucionar los problemas que generan los conciertos del Bernabéu. Porque los estás intentando solucionar, ¿verdad, Floren?

Estamos hablando de la OPA BBVA-Sabadell. Lo habitual en estos casos es que den la cara los presidentes, que para eso tienen la función de representatividad, mientras los CEOs continúan con la gestión diaria. Insistimos, tanto en el caso de Carlos Torres, presidente ejecutivo del BBVA, como de Josep Oliu, presidente no ejecutivo del Sabadell.

Es decir, que sean Onur Genç y César González-Bueno los que estén apareciendo en los medios no es habitual. Así, a la entrevista a Genç en Expansión la pasada semana se suma la aparición de González-Bueno en el programa de Susanna Griso (Antena 3TV), este lunes.

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La fusión “no va a ocurrir”, según González Bueno, que destacó la unanimidad entre los políticos a la hora de rechazar la operación. “El propio Feijóo ha declarado que no entiende que haya motivos suficientes para autorizar una fusión entre dos bancos que funcionan perfectamente y, sobre todo, cuando uno está tan implicado entre las pymes”, afirmó. Vamos, que si se culmina la fusión lo más probable es que disminuya la competencia y se reduzca el número de empleados.

Si miramos la fusión desde el otro lado, el del BBVA, vemos cómo los distintos mensajes lanzados a la opinión pública parecen destinados a preparar una retirada de la oferta… con honor, esto es, sin necesidad, por parte de Genç y Torres, de dejar su empleo: hemos hecho todo lo posible pero la fusión ha fracasado por la oposición política.

Por cierto, Florentino Pérez, efectivamente, no cedió nada y Fernández Verdes abandonó ACS tres años después del nombramiento. Pero a lo mejor esta vez no basta con el cese de Onur Genç, algo a lo que Torres, además, no se iba a resistir en demasía.