En el duelo entre Sabadell y BBVA sólo la publicidad dice la verdad. Carlos Torres nos cuenta la historia de dos accionistas bienvenidos, el vasco y el catalán, que se unen a mayor gloria de las grandes operaciones que podrían hacer juntos, el Sabadell, patrocina los deportes con la escena del mercado donde "poder elegir es tu poder". Más verdad esto que aquello, lo de Barcelona que lo de Bilbao pero, en cualquier caso, sin matices, ambos están en lo cierto.

Hasta ahí la publicidad. La realidad, por contra, se divide entre propaganda más o menos mentirosa y disparates más o menos enormes.

¿Dos sedes, Bilbao y Barcelona, una dedicada a banca al por mayor la otra al por menor, manteniendo la marca Sabadell? Una locura, pero en eso estamos

Porque claro en esta historia vuelve a repetirse lo de la sátira de ‘Sí ministro’, cuando ante un problema, el Gobierno no sabe qué hacer y el ministro solicita: "Señores, hay que hacer algo". Un asesor lanza una sugerencia especialmente ridícula y alguien le reprocha que acaba de decir una estupidez. El asesor responde que, al menos, él ha propuesto algo y el ministro actúa: “Hay que hacer algo, eso es algo, hazlo".

Porque con la OPA del BBVA y la oposición del Sabadell ocurre algo similar. El Gobierno Sánchez se ha metido un berenjenal curioso al decir 'no' a la OPA con argumentos de los que ahora ya ni se acuerda. La verdadera razón es que el nacionalismo catalán y el socialista, president de la Generalitat, se oponen. Los indepes porque sería perder un banco; Salvador Illa porque ha conseguido que el Sabadell regrese a Barcelona como ejemplo ilustre de la normalización de Cataluña... como para que ahora, semanas después de regresar a Barcelona, se marche a Bilbao.

Pero a Carlos Torres le conviene. A pesar de todas sus baladronadas sabe que puede perder y aunque diga que permanecerá en la Presidencia pierda o gane, lo cierto es que sabe que eso no es posible. Si pierde, quedará tan desprestigiado que mejor no hablar.

Por su parte, Josep Oliu también puede desear jubilarse con una fusión amistosa o permanecer como vicepresidente de BBVA-Sabadell.

En paralelo, vuelve la especie de que el Sabadell podría unirse a Unicaja para huir de BBVA... pero nadie ha planteado la cuestión

Ahora bien, pasar al modo amistoso es, cuando menos, complejo. En el BBVA hablan de una doble sede, Bilbao para banca al por mayor y Sabadell para banca al por menor y manteniendo la marca Sabadell. Una majadería a la que sólo se llega mediante un acentuado ejercicio de irracionalidad, también conocido como hacer de la necesidad, virtud.

Pero ahí estamos, porque Carlos Torres sabe que puede perder y Pep Oliu sabe que no puede ganar.

Por cierto, en el Sabadell siguen pensando en una fusión con Unicaja. Sólo que en Unicaja ni se han enterado.