Empezando por el principio, el 19 Encuentro bancario organizado por el IESE y FTI Consulting, incluía entre sus ponentes al CEO de BBVA, Onur Genç, sin embargo, pocos días antes del evento -jueves 16-, declinó la invitación. El que sí acudió a la cita fue César González-Bueno, ante la expectación de los presentes.

Para empezar, el CEO del Sabadell desmintió la versión de Carlos Torres, quien afirmó que hubo conversaciones previas a la oferta y que una filtración precipitó los acontecimientos. “Esto empieza sin negociaciones previas, con una carta que recibe el presidente el 30 de abril”, afirmó González-Bueno. Inmediatamente después se convocó al consejo que, como primera medida, nombró asesores jurídicos y financieros. “Al día siguiente se publica esa oferta no vinculante y confidencial, en la que, por las prisas, no se quita ni el pie de página en el que se decía que era confidencial y sólo para las partes”, declaró.

Las conclusiones del consejo, tras una reunión de más de ocho horas de duración, fueron, en líneas generales, que la oferta no reflejaba correctamente ni el impacto de capital para el BBVA, ni el coste para alcanzar las sinergias anunciadas, ni la volatilidad que supone que el canje sea exclusivamente en acciones. De hecho, los títulos del BBVA bajaron significativamente, frente a las del Sabadell que subieron con fuerza.

Concretamente, la propuesta del banco vasco no tuvo en cuenta, por ejemplo, los costes que supondrían las rupturas de algunos acuerdos importantes como el que mantiene con Zurich en seguros y en medios de pago con Amundi.

Así, el coste de capital para BBVA iba a ser sensiblemente mayor al previsto. Concretamente, un 75% superior; lo que elevaría el coste por encima de los 2.500 millones de euros, frente a los 1.450 millones calculados por BBVA.

Al mismo tiempo, González-Bueno puso en valor el trabajo de los directivos del Sabadell, que en los últimos años han superado siempre los objetivos marcados. Y este año, según los resultados del primer trimestre, todo apunta a que se volverán a batir.