El Banco de España no quiere ni bancos chinos ni moros
Lo que está sucediendo con Targobank en España es muy ilustrativo. Para entendernos, la banca comercial, más concretamente las redes de sucursales, vuelven a estar de moda tras las últimas decisiones monetarias del BCE. El negocio bancario sí es negocio con tipos de interés como los actuales.
Como recordarán, en noviembre de 2011, Crédit Mutuel y Banco Popular llegaron a un acuerdo y constituyeron Targobank al 50 por ciento. El banco español puso 123 oficina y el francés pagó 312 millones de euros, además de comprar el 5% del Popular. El cien por cien de Targobank estaba valorado entonces en 625 millones.
Actualmente, a Crédit Mutuel, bajo la dirección de Nicolas Théry, que relevó al histórico Michel Lucas en 2016, no le interesa mantener esa filial en nuestro país -en 2017 compró la otra mitad- y le ha colgado el cartel de se vende. Hasta ahí, nada que no sea previsible, tenido en cuenta que, a diferencia de Targobank Alemania, la franquicia española no ha logrado despegar en estos años.
Lo curioso es que, en contra de lo que se podría pensar, las alrededor de 70 oficinas que tiene Targobank repartidas por las principales ciudades de nuestro país, ha despertado el interés de no pocos grupos financieros extranjeros, lo que demuestra que la banca comercial, concretamente las redes de sucursales, vuelven a estar de moda.
Ahora bien, para que un grupo extranjero compre una red en nuestro país, debe tener el visto bueno del Banco de España, y en el palacio de Cibeles recelan de los chinos y los moros -morenos de piel y provenientes de la zona de Mauritania-, precisamente los que más están preguntando por Targobank. ¿Recuerdan? En 2016, cinco directivos del banco chino ICBC en Madrid fueron detenidos por blanqueo de capitales y organización criminal. Además, China nunca ha tratado bien a los bancos españoles que han intentado hacer negocio en su país, por ejemplo, el BBVA o el Santander.
Ni chinos ni moros, pero sí puede ser útil para entidades como Bankinter, Abanca, Unicaja o Ibercaja, por ejemplo, toda vez que ha dejado de ser negocio para Crédit Mutuel. En el contexto actual de reflotamiento del negocio bancario se puede hacer banca comercial con 500 sucursales, pero no si solo tienes 100 oficinas.
En definitiva, la banca comercial vuelve a estar de moda, pero el Banco de España no está dispuesto a entregar las redes a cualquiera.