La razón del más que difícil gobierno de Naturgy, la gasera más importante de España y una de las tres grandes eléctricas, se resume de forma muy sencilla: los tres fondos que figuran en su accionariado, BlackRock, CVC e IFM.

Vamos con la estructura del Consejo de Administración. Naturgy tiene 12 consejeros. Los australianos de IFM han vuelto a poner nervioso a su socio al anunciar que ha pasado del 15 al 16%. Cuando alcancen el 17,5% solicitarán un segundo vocal. 

Criteria (27%) tiene 3 consejeros a los que habría que sumar el presidente ejecutivo, Francisco Reynés. Por su parte, con un 20% figura BlackRock, dos consejeros, y CVC-Grupo March, con otro 20% y dos consejeros. 

Las tres condiciones del Gobierno molestan a los fondos: seguir cotizando en bolsa, no trocear y nada de dividendos extraordinarios. Conclusión: no se invierte lo que se debiera

Les traduzco el significado de todo este galimatías: los tres fondos de Naturgy suman mayoría absoluta, pero la gestión corresponde a Criteria y, sobre todo, los fondos son fondos. Así, mientras Criteria quisiera invertir, los fondos pretenden trocear la empresa y embolsarse dividendos extraordinarios. 

Si no lo hacen, es porque, quizás por vergüenza torera, el Gobierno les impuso una serie de condiciones, reiteradas, cuando BlackRock adquirió GIP: Naturgy no puede dejar de cotizar en Bolsa, 'no' al troceo y nada de dividendos extraordinarios. No necesito explicarles que la segunda y la tercera van ligadas. Ahora bien, que no puedan descuartizar la empresa, no significa que a los fondos les guste la actual situación y, como tienen la mayoría, pueden incordiar, incluso más de lo necesario.

El que más presiona es IFM, porque también fue el que más caro compró. Ahora ha pasado del 15 al 16% y continua subiendo. Y otra nota importante, la compañia presentará antes de final de año el Plan Estratégico para los próximos cinco años. 

Mientras, todo el sector energético advierte que el nuevo PNIEC de la saliente Teresa Ribera aún es peor que el anterior. En Naturgy saben que sin gas no hay transición climática y confían en el realismo del mercado. A fin de cuentas, la empresa está facturando lo mismo con menos gastos

Al mismo tiempo, no olviden que el nuevo PNIEC del Gobierno es aún más verde y descarbonizador que el anterior. Mientras que, Naturgy es antes que nada una gasera, convencida, por tanto, de que el gas es un instrumento imprescindible para la llamada transición ecológica. Eso lo sabe todo el mundo en Europa salvo... una tal Teresa Ribera. 

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Y, en cualquier caso, lo cierto es que durante los últimos dos años, Naturgy ha conseguido los mismos ingresos con menores costes. Tanto en eso como en la descarbonización, en Criteria confían en que el mercado pese más que la ideología verde.