En el ámbito empresarial mundial se habla de valores de vez en cuando, pero más relacionados con la sostenibilidad, el compromiso social, el trabajo en equipo, la igualdad, la diversidad… y un largo etcétera impulsado por lo políticamente correcto que abandera el Nuevo Orden Mundial (NOM). Sin embargo, de vez en cuando aparece una excepción que merece la pena destacar porque habla de valores auténticos: Robert ‘Bob’ Unanue, CEO de Goya Foods, se ha atrevido a hablar de verdaderos valores y entre ellos, ha destacado “una fe inquebrantable en Dios”.

Se trata del primer ejecutivo de la mayor empresa hispana de alimentos en EEUU, que fue creada en 1936 por sus abuelos, dos migrantes españoles (el burgalés Prudencia Unanue y la pontevedresa Carolina Casal) que llegaron a Puerto Rico y después se trasladaron a EEUU, en concreto, a la zona sur del distrito de Manhattan, en Nueva York. Representa a la tercera generación de la familia al frente de Goya Foods, tras los fundadores; es hijo de Anthony Unanue, y su hermano Peter ejerce como vicepresidente ejecutivo. En la Convención Nacional Republicana celebrada la semana pasada, Bob Unanue también habló de “amor permanente a la familia”. En concreto, refirió que “la comunidad latina (es decir, la hispana) es diversa, pero estamos unidos en nuestros valores, valores que incluyen una fe inquebrantable en Dios, un amor permanente a la familia y una férrea ética del trabajo”. Unos valores que han convertido a Goya Foods en la mayor empresa hispana de alimentos en EEUU, cuya historia “está estrechamente vinculada tanto con la importancia de la familia como con la realización del "sueño americano"”, como señala en su página web.

Prudencio Unanue y Carolina Casal

 

Goya Foods empezó en 1935, con pequeñas actividades comerciales en un establecimiento al sur de Manhattan, Prudencio Unanue y su esposa, Carolina Casal, conscientes de que había un mercado creciente de demanda de alimentos hispanos frescos y de alta calidad, optaron por distribuir productos españoles como aceitunas, aceite de oliva y sardinas. Ante el aumento de la población hispana en Nueva York, la compañía fue creciendo y en 1958 se trasladó del sur de Manhattan a Brooklyn, y más tarde, en 1974, ubicó su sede en el estado de Nueva Jersey. Entre 2024 y 2026, abrió cinco nuevos y modernos centros de distribución y fabricación en los estados de Texas, California, Georgia y Nueva Jersey para satisfacer la alta demanda de productos Goya.

Actualmente, la compañía cuenta con 26 instalaciones en EEUU, República Dominicana y España, empleando a más de 4.000 personas, y mantiene un compromiso por la excelencia que se refleja en su lema: “Si es Goya, tiene que ser bueno”. Entre sus productos, se encuentran: frijoles, granos, bebidas, productos dulces, lácteos, carnes refrigeradas, congelados, masas para empanadillas, aceites, harinas, aceitunas, leche de coco, conservas, arroz, galletas, snacks y condimentos.

A través de Goya Gives, apoya a casi 300 organizaciones, programas, becas y eventos caritativos y dona millones de libras de productos a los bancos y refugios locales de alimentos, especialmente en tiempos de desastres naturales

Goya Foods no sólo apuesta por los valores ya mencionados, sino también por la solidaridad. A través de Goya Gives, apoya a casi 300 organizaciones, programas, becas y eventos caritativos y dona millones de libras de productos a los bancos y refugios locales de alimentos, especialmente en tiempos de desastres naturales (como se vio en el huracán María en Puerto Rico, la super-tormenta Sandy y los huracanes Harvey e Irene) y también a Venezuela, así como a Ucrania y a Polonia (el país que más refugiados ucranianos ha recibido) desde que empezó la guerra de Ucrania por la invasión rusa el 24 de febrero de 2022. Es cierto que en 2020 sufrió un injusto boicot, cuando Bob Unanue hizo unas declaraciones comparando a Donald Trump con su abuelo, por parte de quienes rechazaban la gestión de Trump; eso sí, muchas voces hispanas se levantaron en su apoyo. Y por cierto, aunque Bob Unanue haya participado en la Convención Nacional Republicana y se vea que está más alineado (incluso en la fe) con con el expresidente y candidato republicano a las próximas elecciones de EEUU, en 2011, siendo presidente el demócrata Barack Obama honró a Goya por su éxito y su compromiso con la comunidad hispana y la compañía colaboró con Michelle Obama y el Departamento de Agricultura de los EEUU (USDA) en 2012 para lanzar la campaña My Plate (Mi Plato). 

Hace tres años, Bob Unanue y Goya Foods se sumaron al mexicano Eduardo Verástegui en la lucha contra la trata sexual de niños. En marzo de 2022, Unanue viajó a Polonia y Ucrania con un mensaje urgente de paz y para evitar una crisis alimentaria donó millones de libras de alimentos y tambiñen llevó rosarios (1,000 rosarios bendecidos por el Papa Francisco y más de 60,000 rosarios donados por los estadounidenses a partir de la iniciativa de Shannon Hasse, de San Antonio, en Texas). Con la guía de los Caballeros de Colón, quien ayudó a la Arquidiócesis de Częstochowa a crear un hogar para 100 huérfanos, la segunda misión humanitaria de Goya en Polonia y Ucrania, convertida en espiritual, Unanue también respondió al llamado a la oración del Papa. Asimismo, a través de Goya Cares, esta misión continúa el compromiso de Goya de cuidar a las mujeres y los niños y se extiende a la financiación de organizaciones como los Caballeros de Colón y las Hermanas de Nuestra Señora de la Divina Misericordia, que se dedican a proteger a las mujeres y los niños refugiados, de la explotación y la trata de personas. “Dios creó a la humanidad y la humanidad ha creado todas las formas para destruirse a sí misma. Necesitamos renunciar a las armas destructivas del odio y la guerra, y abrazar por completo el poder de Dios y la oración. Tengo la esperanza de que la humanidad se acoja al amor y la protección y ponga fin al odio y la destrucción”, afirmó en aquel momento Bob Unanue. 

“Dios creó a la humanidad y la humanidad ha creado todas las formas para destruirse a sí misma. Necesitamos renunciar a las armas destructivas del odio y la guerra, y abrazar por completo el poder de Dios y la oración”, afirmó Bob Unanue en 2022

Al otro lado del océano Atlántico, cuesta encontrar a un ejecutivo de una gran empresa que hable abiertamente de fe en Dios, sobre todo en España. Eso sí, conviene recordar que el grupo italiano Ferrero, especializado en dulces y chocolate, tiene el diseño de uno de sus productos más emblemáticos (el bombón Ferrero Rocher) ligado a la fe: recuerda la cueva donde se apareció la Virgen en Lourdes. Dicho grupo tiene su origen en los años 40 del siglo XX, cuando el matrimonio formado por Piera y Pietro Ferrero transformó una pastelería en una fábrica, siendo la primera empresa manufacturera de Italia después de la Segunda Guerra Mundial. Pietro fue el inventor de la Nutella, una famosa crema de cacao y avellanas, aunque no llegó a ver su comercialización, que empezó en 1964 (años antes que la española Nocilla, que lo hizo en 1967). Su hijo y maestro chocolatero, Michele, decidió producir también en el extranjero, expandiendo así el negocio familiar al que se incorporaron nuevos productos a lo largo de varias décadas; se casó con Maria Franca Fissolo y profesaba un ferviente catolicismo. Cada año, Michele Ferrero visitaba el santuario de Lourdes (Francia), levantado junto a la cueva donde se apareció a Bernadette Soubirous, con su familia e incluso llevó a algunos directores y organizó alguna visita para sus empleados, además colocó una estatua de la Virgen María en los 14 centros de producción que en aquel momento el grupo Ferrero tenía en el mundo y en el 50 aniversario del grupo, llegó a afirmar: “Debemos el éxito de la Ferrero a Nuestra Señora de Lourdes; sin ella podemos hacer bien poco”.

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Mientras tanto, en España ningún producto imita el pilar donde la vio el apóstol Santiago. Eso sí, la cruz de Santiago sí suele aparecer en la famosa tarta de Santiago.