Boeing, ‘el Pupas’, no despega... sino que extiende su aterrizaje en 2024 / Foto: Pablo Moreno
Parece que a Boeing se le podrá seguir considerando ‘el Pupas’ durante bastante tiempo... pues ha extendido su aterrizaje, es decir, su crisis en 2024 a la luz de sus malos resultados. Y es que no sólo ha bajado en ingresos y entregas de aviones, sino que ha quintuplicado pérdidas. Eso sí, se ha librado del castigo bursátil, porque hace unos días ya avisó de unos números rojos superiores a lo previsto... y similares a las del año del batacazo del Covid (2020).
El fabricante aeronáutico estadounidense se aleja cada vez más de su principal rival, el europeo Airbus, por varios problemas de seguridad, recortes de producción, una huelga, despidos, retrasos... Y recuerden que 2024 empezó ya mal para el primero, con un incidente en un vuelo el 5 de enero... algo mucho peor que el carbón que traen los Reyes Magos a los niños que no se han portado del todo bien.
Los ingresos han bajado un 14%, a 63.837 millones de euros. Aviones comerciales ha ingresado 21.916,51 millones (-33%), debido en gran parte a las menores entregas (348, su peor cifra desde 2021 y lejos de las 528 del año anterior); y el negocio de Defensa, Espacio y Seguridad ha facturado 22.929,84 millones (-4%)... y hace tres meses le explotó un satélite. Por su parte, el resultado operativo ha empeorado notablemente, pasando de -741 millones a -10.264,65 millones. Y las pérdidas netas han ascendido a 11.352 millones, quintuplicando las del año anterior y muy en línea con las de 2020 (11.382 millones al tipo de cambio actual).
Por si todo esto no bastara, el flujo de caja operativo ha sido de -11.593 millones por las menores entregas (algo que también afecta a algunas aerolíneas, como por ejemplo Ryanair) y el impacto de la huelga. Eso sí, a pesar de que la deuda neta siga siendo elevada (cerró el año en 51.673 millones), tuvo un descenso de 11.593 millones en el cuarto trimestre.
El ingeniero “Kelly” Ortberg, quien dejó su prejubilación para ponerse a los mandos de Boeing como presidente y CEO el pasado 8 de agosto, relevando a Dave Calhoun, tiene el difícil reto de dar la vuelta a los resultados. Hace unos meses, reconoció que “llevará tiempo devolver a Boeing su antiguo legado” y ahora ha señalado que están centrados en realizar cambios fundamentales y restablecer la confianza de clientes, empleados, proveedores, inversores, reguladores, etc. No olviden que el pasado octubre, anunció 17.000 despidos (10% de la plantilla) para reducir costes y retrasó el avión 777X.