José Bogas, CEO de Endesa, insiste en que no se deben cerrar las centrales nucleares en España, ¡bien! / Foto: Pablo Moreno
José Bogas ha vuelto a insistir en que se debe apostar por una “transición energética pragmática” y en mostrarse contrario al cierre de las centrales nucleares en España, en el IX Foro de Energía de El Economista. Todo ello justo cuando Teresa Ribera está a la espera de ver qué cartera le toca en el Colegio de Comisarios de la Unión Europea… y que probablemente no será la de Energía por su postura antinuclear y su desmedido activismo verde (se la conoce como ‘sandía’ -verde por fuera y roja por dentro-).
El CEO de Endesa ha vuelto a referir que “intelectualmente soy contrario al cierre de nucleares”, en la misma línea que meses atrás, y siendo uno de los pocos ejecutivos del sector energético español que habla de esta energía. Eso sí, ha señalado que “se podría cometer un error si se cierran todas las centrales”, pero eso no impide que quizá alguna cierre. A mediados del pasado abril, ya insistió en que se alargara la vida de las nucleares españolas, algo que ahora ya respalda el PP, como también hace Vox, y destacaba que “una de cada cuatro veces que encendemos el interruptor” es gracias a la energía que generan -y sin emitir CO2-, Eso sí, Bogas llegó a considerar que para la de Almaraz no había tiempo, algo que desde Foro Nuclear (la asociación que representa a la industria nuclear española), su presidente, Ignacio Araluce, no comparte: “No damos por perdida la central de Almaraz, la mayor empresa de Extremadura” y que con sólo 50 millones de inversiones al año, está en excelentes condiciones para seguir operando más allá de 2027.
A pesar de que el CEO de Endesa refiera “estoy alineado con la política energética del Gobierno”, en el tema nuclear no es ningún secreto su discrepancia. También ha señalado que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) tiene “objetivos muy ambiciosos y deben serlo”, aunque a finales de febrero, en la presentación de los resultados anuales de 2023 de la energética que controla en un 70% la italiana Enel, ya subrayó que este plan ecológico de Ribera es imposible de cumplir y mucho menos si se cierran las nucleares.
Bogas ha considerado que para la “transición energética pragmática”, debe haber una “regulación que incentive y que no ponga trabas, limite o esté en contradicción”, pero sin entrar esta vez en el impuestazo energético, como sí ha hecho Josu Jon Imaz, CEO de Repsol, pese a opinar en la misma línea como se vio el pasado noviembre al avisar al tercer Gobierno Sánchez que “con normalidad fiscal, regulatoria y política” invertirían más. Bogas ha preferido referir que “hasta ahora se había puesto el foco en generación de renovables y no en la demanda, “falta agilidad para autorizaciones de inversión, proyectos,…” y hay deficiencias, pues “no se ha desarrollado la electrificación ni se ha dado salida a la demanda” y hay que “insistir en el almacenamiento, que va muy retrasado”. En el trasfondo de todo esto también está la urgente inversión en redes que tanto reclama el sector y que a Endesa le ha impedido conectar 15.000 megavatios (MW) de demanda: “4.000 renovables, 5.000 de centros de datos y 6.000 de nueva industria o de ampliación de la industria actual”, ha detallado Bogas. Además, el retraso en almacenamiento implica que haya vertidos de renovables y se reduzca la eficiencia energética; y el CEO de Endesa añade que también se debe apostar por “desarrollar las interconexiones y por la reindustrialización”.