La bombona de butano se disparó con Sánchez y Ribera alcanzando el récord de 19,55 euros hace un año y por eso se congeló su precio un tiempo, pero ahora encadena ya cuatro descensos consecutivos
Parece que la bombona de butano, conocida por ser la energía de los consumidores vulnerables, ha entrado en campaña... y eso que quedan unos cuantos meses para las próximas elecciones autonómicas y municipales. Y es que bajará un 4,96% a partir del martes 15, situándose en 18,58 euros, aunque su precio estaba congelado en 19,55 euros hasta fin de año. Se trata de su primer abaratamiento desde septiembre del 2020, según Facua.
Recuerden que el precio de la bombona de butano de 12,5 kilogramos está regulado y se revisa cada dos meses (en concreto el tercer martes del mes correspondiente), aplicando una subida o bajada máxima del 5%. Su precio empezó a escalar en noviembre de 2020, tras meses de bajadas y precio congelado, y se disparó con Pedro Sánchez y Teresa Ribera, encadenando diez alzas consecutivas y alcanzando el récord de 19,55 euros. De esta forma superó el máximo de 17,50 euros que alcanzó en marzo de 2015, cuando estaba el pepero Mariano Rajoy en La Moncloa, y también el de 15,19 euros, registrado con el socialista José Luis Rodríguez Zapatero. ¡Ole! Un encarecimiento que se debía principalmente a dos motivos: el alza de las cotizaciones de la materia prima y de los fletes -transporte-. Y ante este récord, el pasado 25 de junio, el Gobierno Sánchez decidió congelar el precio en 19,55 euros hasta fin de año. Eso sí, meses después, cuando anunció la rebaja del IVA del gas del 21% al 5%, dicha medida no afectó a la bombona.
Ahora se ha anunciado que su precio bajará un 4,96%, a 18,58 euros, porque la cotización de las materias primas ha caído un 10%, aunque el coste de los fletes se ha disparado un 24% y el dólar se ha apreciado respecto al euro un 2,8%, según fuentes del Departamento de Ribera. Recuerden que se trata de la fuente de energía más barata que hay en España, porque el cliente sólo paga por lo que consume y no los costes del denominado midstream (es decir, el transporte, almacenamiento y venta al por mayor de productos crudos o refinados del petróleo). Nuestro país es una excepción dentro del negocio europeo de butano porque su precio está regulado, mientras en otros (por ejemplo en el vecino Portugal) se ha liberalizado: aquí unos ocho millones de hogares disfrutan de sus ventajas (versatilidad -múltiples usos-, alto poder calorífico y se puede mover), siendo Repsol el primer vendedor y Cepsa el segundo. Eso sí, el consumo de envases de gases licuados del petróleo (butano y propano) se sitúa en 68 millones -de los que 53 millones tienen precio regulado-, una cifra que ha bajado un 20% entre 2009 y 2018.