A Borja Ochoa no se le ocurrió otra cosa que marcharse de vacaciones tras ser nombrado presidente de Telefónica España. Un descanso seguramente muy merecido y justificado, pero en plena tormenta interna, no parece la decisión más acertada.
Así las cosas, cuando Ochoa se ha incorporado a su nuevo puesto en su nueva empresa, se ha encontrado con el organigrama cerrado o casi cerrado… sin haber participado en su elaboración. Y es que su antecesor en el cargo y actual CEO del Grupo, Emilio Gayo, ha aprovechado su ausencia para recolocar a los suyos.
Más sorprendente aún es lo de Rosauro Varo, que mantiene su cargo como vicepresidente de Movistar+ a pesar de su enemistad histórica con su actual superior, el socialista Javier de Paz, nuevo presidente de Movistar+. Ahora resulta que son íntimos amigos.
Conviene recordar que Varo fue vicepresidente de PRISA durante casi tres años y, tras su salida, José María Álvarez-Pallete lo fichó para Movistar+. Pero lo más significativo es que fue él, íntimo amigo de Javier Hidalgo, quien puso en contacto a Begoña Gómez con Telefónica.
Ahora es amigo de Javier de Paz. Lo que hay que ver.