Si ayer hablábamos de una polémica campaña de sujetadores deportivos Nike, ahora nos referimos al lanzamiento de BudLight, una nueva línea de cerveza Budweiser, que no está teniendo el efecto deseado, al menos en bolsa: y es que la cotización de la matriz, Anheuser-Busch InBev, ha caído alrededor de un 5% desde el inicio de la campaña, el pasado 2 de abril. Ha pasado de los 61 euros por acción (lunes 3 de abril) a los 58 euros de este jueves.

Sin entrar en la eficacia o no de la campaña, lo cierto es que sorprende la contratación del activista trans Dylan Mulvaney para lanzar una cerveza baja en alcohol y cuyo público objetivo es el que acude a los estadios de baseball, fútbol americano y baloncesto. Mulvaney, además, es uno de los miembros más mediáticos del partido demócrata y en noviembre entrevistó al presidente Biden.

 

 

“Quién diablos en @budliht pensó que era una buena idea convertir a un hombre adulto que viste como una niña en su nuevo portavoz? Las marcas deber dejar de escuchar a sus equipos creativos progres y ponerse en contacto con sus consumidores”, publicó un tuitero.

Sea como fuere, Mulvaney cobra unos 75.000 dólares por cada publicación en redes sociales, según el New York Post. Se estima que Dylan gana alrededor de un millón de dólares al año.