Entre otras plantas fotovoltaicas, X-Elio desarrollará y pondrá en marcha una en Lorca (Murcia), un paso más en su objetivo de llegar a 5.000 MW en los próximos años
En Hispanidad, en numerosas ocasiones, hemos referido la burbuja especulativa con energías renovables que hay en España, que sigue creciendo y es doble: por un lado, muchas compañías del sector cotizan en bolsa con sonoras alzas y caídas, y por otro, hay operaciones de compra y venta donde aparecen fondos y energéticas extranjeras. Hasta el gobernador de Banco de España, Pablo Hernández de Cos, advirtió de “burbujas verdes” hace unos meses y de que la política de financiar todos los proyectos que se presenten como verdes supone un gran riesgo para la banca. Y la última muestra de esta burbuja se puede ver en que KKR quiere dar el pase a su 50% X-Elio, tras completar un jugoso ciclo de inversión que arrancó a finales de 2015.
El fondo de capital riesgo estadounidense quiere sacar una última tajada de la citada compañía de renovables y busca comprador para su participación del 50%. Lo más lógico sería que el comprador fuera el fondo canadiense Brookfield, dueño del 50% restante y que tiene derecho de adquisición preferente, pero ojo, porque también podría interesar a otros muchos fondos y empresas extranjeras… e incluso a los chinos de CTG (principal accionista de la energética lusa EDP), que ya adquirieron 13 plantas fotovoltaicas de X-Elio en el verano de 2020, siendo su primera operación de compra de renovables de forma directa y no a través de EDP o de su filial verde y joya de la corona (EDP Renovables -EDPR-). Un movimiento que generó cabreo de Bruselas con la vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera, por permitir que los chinos adquirieran dichos activos y otros de la familia asturiana Masaveu.
Los orígenes de X-Elio se remontan a 2005, cuando fue fundada bajo el nombre de Gestamp Solar, como filial de Gestamp Renewables y con el holding de la familia Riberas (Acek Desarrollo y Gestión Industrial) como primer accionista
Los orígenes de X-Elio se remontan a 2005, cuando fue fundada bajo el nombre de Gestamp Solar, como filial de Gestamp Renewables y con el holding de la familia Riberas (Acek Desarrollo y Gestión Industrial) como primer accionista. Desde entonces fue creciendo no sólo en megavatios renovables sino también en mercados, despertando el apetito de los fondos: así llegó KKR en 2015, para hacerse con una participación del 80% de una compañía que estaba valorada en unos 923 millones de euros y que tras la toma de control por parte del fondo de capital riesgo estadounidense, pasó a llamarse X-Elio. Una compra que le salió por unos 740 millones.
X-Elio siguió creciendo y años después, concretamente, en julio de 2019, Acek Desarrollo y Gestión Industrial decidió salir de su capital vendiendo su 20%, una ocasión que también quiso aprovechar KKR para hacer algo de caja y vender un 30% de su participación (la cual ascendía al 80%). El comprador fue el fondo canadiense Brookfield, que tiene gran cantidad de inversiones en infraestructuras y energías renovables: pagó 440 millones para hacerse con un 50% de X-Elio, compañía que se valoró en unos 1.000 millones, por debajo de las pretensiones iniciales de KKR (unos 1.200 millones). Así ambos fondos pasaron a gestionar la compañía de renovables, que ya contaba con 1.530 megavatios -MW-, de forma conjunta y a compartir las sillas de su Consejo de Administración.
Poco más de un año después, ya con 1.900 MW, ambos fondos decidieron sacar algo de tajada y vender 13 plantas fotovoltaicas situadas en España a los chinos de CTG. Una operación por la que al parecer sacaron entre 500 y 600 millones. Y ahora, con 17 años de historia, X-Elio se ha convertido en un importante desarrollador mundial de energía solar fotovoltaica con más de 2.600 MW construidos en 13 países (en plantas que hoy tiene en operación o que ha vendido), con la ambición de llegar a los 5.000 MW en los próximos cuatro años, que sigue despertando el interés y el apetito de los fondos y de otras empresas, y más en este contexto en el que con la guerra en Ucrania se quiere impulsar la transición energética con las renovables y ser más independientes energéticamente (sin depender, por ejemplo, del gas de Rusia, como le sucede a Alemania). KKR está dispuesto a aprovechar todo esto y baraja vender su 50% de X-Elio, que alcanza una valoración de entre 800 y 1.000 millones, la cual se elevaría a unos 1.500 millones incluyendo la deuda.