Una vez más -y ya hemos perdido la cuenta- toca referir la burbuja especulativa con las energías renovables que hay en España, la cual no para de crecer... Eso sí, ya no sólo hay rumores de pinchazo (ojo, recuerden el que se vivió con la que hubo en el sector inmobiliario hace unos años) sino también críticas...  e incluso desde dentro del sector, como las del millonario badalonés José Elías, primer accionista y presidente ejecutivo de Audax Renovables. Sin embargo, todo esto no ha hecho que mengüe el interés de inversores de Abu Dabi ni de China, pues la compañía eléctrica estatal China Three Gorges (CTG) desarrollará 12 proyectos renovables... y lo hará con ayuda económica por parte del BBVA.

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Sí, la energética estatal china -cuyo nombre se debe a la central hidroeléctrica más grande del mundo que construyó hace unos años- quiere sacar más tajada de la burbuja especulativa verde de nuestro país. Ya tiene 2.000 megavatios (MW) renovables aquí e incluso abrió una filial aquí en 2020, y ahora quiere sumar otros 405 MW, según El Confidencial. Recuerden que dicha burbuja no para de crecer y es doble: por un lado, hay muchas empresas que cotizan con sonoras alzas y caídas; y por otro, se dan multitud de operaciones de ventas de compañías, proyectos, carteras e incluso partes de todas las citadas (la tendencia suele ser la venta de porcentajes del 49% -aunque en el caso de la venta de las plantas fotovoltaicas operativas de Endesa en España a Masdar ha sido del 49,99%- y mantener el control).

En esta ocasión, CTG se decanta por el desarrollo propio de 11 proyectos eólicos y uno fotovoltaico, pero no es casual que apueste menos por estos últimos... y más teniendo en cuenta la ralentización que vive el autoconsumo: las instalaciones vivieron su primera contracción en 2023, con una caída del 27% respecto al récord del año anterior; y en el primer trimestre de este año la caída ha sido del 26%. En esto último ha influido la normalización de los precios de la energía que se vivió el año pasado respecto al atípico 2022 por el estallido de la guerra de Ucrania y también los diversos momentos en que las renovables han marcado precio cero. También se deben tener en cuenta las pérdidas que registraron algunas compañías en 2023, como las de Holaluz, SolarProfit, Soltec, EiDF... Además, la subida de los tipos de interés ha encarecido la financiación de proyectos e instalaciones, pero CTG puede estar algo tranquila, porque BBVA le ha otorgado un préstamo de 200 millones de euros... y la dio otro préstamo en 2022.

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CTG se mantiene como el primer accionista de la energética lusa EDP y de su filial verde (EDPR), donde han cerrado el primer semestre con menores ingresos, pero más beneficio por la venta de activos... y más deuda. No hay que olvidar que sigue siendo el primer accionista, por delante de varios fondos de inversión, después de que en 2019 fracasara su OPA, una operación con la que China pretendía asaltar la energía europea entrando por Portugal, pero Bruselas reaccionó a tiempo. Eso sí, desde entonces ha ido creciendo, sin prisa, pero sin pausa, en nuestro país, donde abrió una filial en 2020, tanto de forma indirecta (a través de EDP, por ejemplo, compró el 75% de Viesgo) como directa: adquirió 500 MW a X-Elio; casi 350 MW de la antigua Borawind -propiedad de Céfiro, un vehículo participado por las familias Masaveu y Colruyt y Exus Management Partners, y a los que sumó otros 53 MW de la familia asturiana; 181 MW eólicos de EDPR; y 153 MW fotovoltaicos de Nexwell Power, entre otros ejemplos. Además, ha entrado en la puja por Saeta Yield, aunque Masdar tiene todas las papeletas para hacerse con la victoria, por lo que CTG podría sufrir una nueva derrota (como la que ya vivió con la venta de Elecnor, donde Statkraft se llevó el gato al agua).

Y por cierto, al hilo de la financiación del BBVA (ahora más centrado en sacar adelante su OPA sobre el Banco Sabadell) que acaba de obtener CTG no deja de ser curioso que empresas muy grandes del gigante asiático reciban ayuda de bancos españoles en su colonización de diversos sectores, como se está viendo en el energético y el automovilístico, por ejemplo. Recuerden que el Banco Santander colabora en la colonización china a través del coche eléctrico al financiar la compra de coches de la marcas Omoda y BYD en varios países. Y para colmo, ahora Pedro Sánchez está de gira por China...

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