A CAF se le ha atragantado el recorrido en los nueve primeros meses, como a Talgo, por la inflación y los problemas en la cadena de sumistro
Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) ha recibido castigo bursátil, tras haber dado a conocer sus resultados de los nueve primeros meses: su cotización cae un 10% y en el último año acumula una depreciación del 34% (frente al 28% que marcaba a finales de julio). Una reacción del mercado que esperaban los analistas del Banco Sabadell, sobre todo porque el resultado bruto de explotación (ebitda) fue inferior al esperado, aunque destacan que la buena evolución de la contratación y el anuncio de presentación del plan estratégico el próximo 1 de diciembre aportan cierto sesgo positivo.
El fabricante ferroviario, que tiene sede en Beasain (Guipúzcoa) y como principales accionistas a sus trabajadores (dueños del 24,973%) y a Kutxabank (14,056%), ha registrado un beneficio neto de 34 millones de euros, lo que supone un desplome del 41% respecto al de hace un año. El Ebitda ha bajado un 10%, a 157 millones, y no más gracias al aumento de la actividad industrial, el efecto positivo en ventas y en tipos de cambio; y el margen ebitda ha pasado del 8,6% al 7,2%. El resultado de explotación ha bajado un 12%, a 97 millones. En todas estas cifras han tenido mucho que ver el impacto de la inflación (en materiales, costes salariales y también en la factura de la luz -que se ha disparado un 300%-), así como los problemas en la cadena de suministro y la subida de los tipos de interés que ha aumentado su gasto financiero.
Ha sumado nuevos pedidos por valor de 3.837 millones, elevando su cartera a un récord de 11.857 millones (+23%) -10.882 millones corresponden a trenes y 975 millones a autobuses eléctricos Solaris-
Por su parte, las ventas han crecido un 8%, a 2.190 millones, gracias en gran parte a la división de trenes (77% del total), con ingresos de 1.697 millones (+9%). Mientras el área de autobuses eléctricos Solaris ha tenido ventas de 494 millones (+5%) y se ha visto afectada por la crisis de suministro de componentes. Asimismo, ha sumado nuevos pedidos por valor de 3.837 millones, elevando su cartera de pedidos al récord de 11.857 millones (+23%) -de los que 10.882 millones corresponden a trenes y 975 millones a Solaris-, tras integrar los pedidos relacionados con sus nuevas fábricas de Francia. Eso sí, en dicha cartera no se incluyen proyectos de casi 1.200 millones que se ha adjudicado después del cierre del tercer trimestre.
El fabricante de trenes y autobuses que preside Andrés Arizkorreta García y tiene como CEO a Javier Martínez Ojinaga ha logrado cifras mucho más elevadas en sus resultados que Talgo, gracias a su elevada diversificación. Sin embargo, al igual que su rival, se ha visto afectado negativamente por la inflación y los problemas en la cadena de suministro. Eso sí, ambos han coincidido en que no han informado sobre la evolución de la deuda financiera neta, ¡mal hecho!