El fondo soberano de Noruega es el más grande del mundo gracias al petróleo al que ahora persigue
El medio ambiente ha pasado a formar parte de la vida de las empresas -el cuidado del medio ambiente, se entiende-, de tal manera que ya son parte habitual de los discursos durante las juntas de accionistas. Que si hemos recortado las emisiones de CO2, que si solo consumimos energías verdes, que si la celebración de la junta es neutra en emisiones de gases de efecto invernadero… todo muy bonito y ecológico.
La cuestión climática tiene cada vez más relevancia y su importancia será incluso mayor a partir de ahora, que el fondo soberano de noruega se implicará de manera activa para salvar el planeta, y tal. No es cualquier cosa. Estamos hablando del mayor fondo del mundo, con un patrimonio de 1,4 billones de dólares, que está presente en más de 9.200 empresas de 73 países del mundo. Un dato escalofriante: si estuviera en todas las empresas cotizadas del planeta, tendría, de media, el 1,4% de cada una de ellas. En España está en Iberdrola, BBVA, Cellnex, Caixabank, Sabadell, Indra, Colonial, Repsol, entre otras.
¿Cómo ha llegado hasta aquí? Eso es lo bueno, gracias al gas, pero sobre todo, al combustible fósil más contaminante, después del carbón: el petróleo. Primero me forro y luego, cuando tengo las arcas llenas, me vuelvo el más ecologista de todos y, lo que es peor, chantajeo a las empresas para que se vuelvan verdes. Y si no aceptas no prosperas.
Todo surgió en agosto, tras la recomendación de los expertos designados por el Gobierno noruego: el fondo debe presionar a las empresas para que en 2050 alcancen emisiones cero. Pero no se alteren: esta pasada semana, Oeystein Boersum, número dos del Banco de Noruega, aclaró que esta decisión no implicaba “vender las participaciones en empresas con altas emisiones”. Ahora bien, el fondo presionará, pero ay de aquella empresa que no haga lo suficiente para dejar de calentar el planeta, o el fondo estime que no hace lo suficiente. Y lo que haga este fondo marcará el camino al resto.
Y luego está la otra derivada: ¿Tratará con el mismo rasero a las empresas españolas y a Google, Facebook, Apple o Microsoft, en las que también participa? Se admiten apuestas.