Sánchez, que no es quién, cesa a Pallete e impone a Murtra como presidente de Telefónica / Fotos: Pablo Moreno
Las formas han sido lo peor del golpe de Estado empresarial que Pedro Sánchez ha ejecutado el pasado fin de semana. Tras someter al tercer grado a Criteria y BBVA y hacer saber a los árabes de STC que en España operarán bajo la supervisión del Ejecutivo o no operarán, el viernes 17 de enero ordenan al presidente de Telefónica, empresa privada, que no pública, que se persone en Presidencia. Allí le recibe un tal Manuel de la Rocha, jefe de la Oficina económica de Moncloa, y le comunica que debe cesar de inmediato como presidente de la operadora.
Criteria y BBVA cometen el error de pensar que su rendición no va a tener coste.... pero si esto no ha hecho más que empezar. Sanchez ya ha conquistado Indra, Telefónica y BBVA (dependiente de la OPA sobre el Sabadell), y tiene bajo atenta mirada a Ana Botín e Ignacio Galán
Yo creo que era más fino lo de Franco, ahora tan de moda: enviaba el cese a los ministros por motorista pero no les hacía acudir al Pardo para que el bedel les comunicara que habían sido condenados a las tinieblas exteriores.
Pero sí, han entendido bien: José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, empresa privada del IBEX, como creo haber dicho antes -y si no lo he dicho lo recuerdo ahora- recibe un aviso de Moncloa a mediodía del viernes 17: vente a Moncloa, chaval, que el camarero te va a cesar.
Y sí, hablamos del mismo empresario que atendía las llamadas del presidente del Gobierno para hacer 'running' con él por los jardines de La Moncloa. El mismo gestor que siempre ha sido dócil a los planteamientos de Moncloa y que ha contribuido, por ejemplo a salvar a PRISA de la quiebra... para que El País y la SER pudieran seguir actuando como voceros del Sanchismo. Pues mira, que ahora cesas y te vas a casa porque me interesa colocar a alguien más próximo a mí: que así se cumpla, dijo Nicolás-Sánchez-Maduro.
Resumido: el presidente cesó a Pallete en una ceremonia humillante, preparada en Moncloa y ejecutada por el subalterno Manuel de la Rocha... sin contar con los accionistas. Porque yo lo mando. No sé si políticamente está débil el señor Sánchez pero empresarialmente no parece, porque la característica principal de don Pedro es que no tiene ni límites ni escrúpulos.
Van a caer más empresarios, sustituidos por gestores socialistas. Viviremos en un IBEX monitorizado. Y una peste añadida: recuerden que Sánchez odia todo lo que huela a católico y a liberal
En toda esta trama, el PSC y el PNV son conniventes: ya ejercen como oficinas de colocación de amigos. Los socialistas catalanes consiguieron 19 diputados para el PSOE en el Congreso, 19 para Sánchez: ¿saben lo que es eso? Ahora, han copado las principales empresas públicas y privadas donde el Gobierno tenga algo que decir.
En cualquier caso, la cacicada consiste en que con un 10% de las acciones Sánchez ha cambiado al presidente de Telefónica. Con 2.000 millones de euros, así lo dicen en la SEPI, "hemos nacionalizado Telefónica". ¿Y el 90% restante? O chantajeado o ninguneado, porque Sánchez no es un accionista cualquiera: es el Gobierno, el regulador, futbolista y árbitro del partido. ¿Que no me apoyas, Criteria? ¿Que no me apoyas, BBVA? ¡Te vas a enterar!
Hablando de los reyes de Roma, consta que tanto Criteria como BBVA, sobre todo el primero, han apoyado a Pallete hasta que el Gobierno les amenazó con lo que podía ocurrir si persistían en su nefanda actitud.
Oiga, ¿y el cese de Pallete también ha sido posible gracias al apoyo y/o omisión de algunos directivos de Telefónica? Por supuesto que sí. ¿Quiénes? Muy fácil: serán aquéllos que no resultarán cesados en los próximos seis meses. Y alguno de los nombres sorprenderá, ya lo creo que sí.
Lo más grave es que la prensa le aplaude o, al menos, no le denuncia, justo en el momento en que Moncloa ataca a la prensa independiente, bajo el mito de los bulos. El Sanchismo ya no sólo conquista las instituciones públicas, también las empresas privadas. El que discrepe de Sánchez ya no sólo será un ultra es que, además, será ejecutado por algún subalterno
El que no cesará, admito apuestas, es el consejero ejecutivo, ahora externo, Javier de Paz, socialista de pro... que va para 18 años como vocal del consejo... pero que todavía puede aportar mucho a la compañía.
Así, Criteria (10%) y BBVA (5%), este último suplicando a Moncloa que cambie de actitud en su OPA sobre el Sabadell, mismamente, cometen el error de pensar que su rendición no va a tener coste. Esto no ha hecho más que empezar. Sánchez ya ha conquistado Indra, Telefónica y BBVA (pendiente, digo, de la OPA sobre el Sabadell), y tiene bajo atenta mirada a Ana Botín e Ignacio Galán. La presidente del Santander se defiende con sus contactos internacionales. Yo que ella no estaría tan seguro. Ignacio Galán, en su hasta ahora exitoso compadreo, con algún altercado fogoso, para que no se diga, se apoya en el PNV.
Pero cuidado: pocos entienden que Pedro Sánchez nunca se conforma. Insisto: ni tiene límites ni tiene escrúpulos. No es brillante pero es un ególatra (ahora llamado resiliente) y aún más, su concepción del poder se corresponde con la vieja definición de poder como la capacidad de infligir daño. No, no se detendrá ante nada, salvo que alguien le detenga. Seguirán rodando cabezas según las conveniencia de Nicolás Sanchez Maduro.
Para que se entienda mejor: esto no ha hecho más que empezar. Van a caer más empresarios, sustituidos por gestores socialistas. Y una nota añadida: recuerden que Sánchez odia todo lo que huela a católico y a liberal. Y por liberal, entiendan que odia la propiedad privada.
El nuevo presidente de Telefónica, el socialista Marc Murtra, haría bien en hacer suyo el lema de "cuerpo a tierra que vienen los nuestros" y en no engañarse a sí mismo: cuando una empresa cae en manos de un partido político cunde la corrupción filantrópica: yo hago negocios a costa de la empresa pero para el bien del pueblo
Para mí, lo más grave es que la prensa le aplaude o, al menos, no le denuncia tras la desaguisado Pallete con alguna que otra excepción. El Sanchismo ya no sólo conquista las instituciones públicas, también las empresas privadas. El que discrepe de Sánchez ya no sólo será un ultra sino que, además, será ejecutado por algún subalterno.
A todo esto, el nuevo presidente, el socialista Marc Murtra, haría bien en hacer suyo el lema de "cuerpo a tierra que vienen los nuestros" y no engañarse a sí mismo: cuando una empresa cae en manos de un partido político cunde la corrupción filantrópica: yo hago negocios a costa de la empresa pero por el bien del pueblo. Y los accionistas minoritarios, no le van a pedir cuentas a Sánchez, se las pedirán a Murtra.
¿A ver si va a resultar que Rafael del Pino tenía razón? Yo no lo creo: me niego a aceptar que la manera de hacer frente a los problemas consista en huir. Si España está camino de convertirse en la república bolivariana de Venezuela lo que hay que hacer es quedarse y combatir.