Ante todo, lean el artículo remitido a Cinco Días (VER DOCUMENTO AJUNTO) por el que fuera el último portavoz del Banco Popular, Carlos Balado: a pesar de la curiosísima instrucción del Juez Jose Luis Calama, empitonando a Ángel Ron, que dejó el banco con un patrimonio tasado en los 11.000 millones de euros, y exonerando a Emilio Saracho, cuya labor en el Popular resulta, como las fincas en Extremadura, manifiestamente mejorable, y donde se embolsó 8 millones de euros por cuatro meses de trabajo, así como su intención última cuajada de sospechas.

La intervención del Popular paralizó la union bancaria. De hecho, no ha creado precedente en Europa porque fue una chapuza interesada que nadie quiere repetir, pero no debería quedar impune

La narración de Balado resulta electrizante. Balado explica la aún más curiosa relación de Saracho con El Confidencial, minuto a minuto, que muestra a un presidente que atenta contra el prestigio de su propio banco, que acabaría siendo vendido al Santander por un euro.

No se pierdan ni una sola línea: les aseguro que merece la pena.

Termine como termine el caso judicial del Popular en la Audiencia Nacional, las consecuencias de la desastrosa e innecesaria intervención del Popu son grandes. La intervención del Popular paralizó la Union Bancaria europea. Sí les aseguro que sé de lo que hablo. De hecho, La intervención del 7 de junio de 2017 no ha marcado precedente en Europa porque fue una chapuza interesada que nadie quiere repetir y porque les ha dado una pésima imagen a los órganos rectores de la banca en toda Europa, que pusieron en solfa el principio, nunca discutido que aletea alrededor de las crisis bancarias: que el accionista de un banco quebrado se quede sin nada: el dinero público sólo debe salvar al depositante.

Buena teoría, sí señor, pero aplicarla al Popular fue un error monumental... porque el Popu no estaba quebrado. Nada de esto debería quedar impune.

Sorprendente la declaración del CEO del Santander, Héctor Grisi, quien habla de pasar de un banco de producto a un banco de cliente. Pues eso es lo que tuvieron en el Popular, por un euro, y no lo aprovecharon

Por cierto, sorprendente la declaración del CEO del Santander, Héctor Grisi, quien hablaba, con motivo de la presentación de resultados del primer semestre, de que el Santander tiene que pasar de banco de producto a banco de cliente. Pues eso es lo que tuvieron en el Popular, por un euro, y no lo aprovecharon. El Santander no supo aprovechar el mejor activo del Popular, sus territoriales y zonales, la gente que se conocía a los clientes y sabía lo que necesitaban.

El Santander impuso su ley nada más llegar ¡Qué error, que inmenso error! Como Roma cuando venció a Grecia, debieron aprender del conquistado, en lugar de imponerle su ley.