Cellnex es una historia de éxito, que ha capitaneado, desde el comienzo, Tobías Martínez, un hombre que aprendió a gestionar en el baloncesto, donde coincidió con su gran amigo, Nacho Solozábal, el base del Barcelona y de la selección española. Hoy, la antigua empresa de telecomunicaciones de Abertis opera en 12 países, con 16 operadores. Y ya no sólo pretende gestionar "el hierro", las torres, sino también el aparataje que conlleva incluida la gestión de personal, que es clave en las empresas de red. Lo que ha logrado Martínez sólo se consigue en Estados Unidos, donde ya se habla del modelo Netflix. Vamos, que a una eléctrica u operadora española, en cuanto supera el 4% de endeudamiento medido sobre ebitda, ya le dan el alto, mientras a una Netflix se le permite más del 50%. ¿Eso supone que las empresas españolas, y en general europeas, compiten con una mano atada a la espalda? Sí, significa eso.

Pero a Tobías Martínez se lo ha permitido el mercado y, ademas, le ha premiado por ello. Ojo, sin ofrecer retribución al accionista vía dividendo y jugando con el valor creciente de la acción se ha convertido en una de las estrellas del IBEX... hasta este año.

Ahora bien, el proceso acelerado de compras por toda Europa toca a su fin, como reconocía ante los analistas. Sí quedan oportunidades pero ya no grandes oportunidades. Además, los bajos tipos de interés reinantes desde hace una década le han permitido a este singular gestor emitir por hasta 40.000 millones en 7 años. 

Hasta ahí todo bien. Pero ahora, y probablemente a lo largo de dos años, no habrá ni grandes operaciones ni tipos bajos. Y eso ya ha provocado que uno de los valores más fulgurantes en bolsa haya visto una caída de su cotización en el presente año 2022 del 36%. Está claro que se impone el cambio de modelo, por ejemplo, la retribución al accionista vía dividendo, algo difícil de ejecutar cuando se tiene una deuda elevada.

Martínez ha dicho que no piensa ofrecer un dividendo significativo hasta 2024. Es decir, que quedan dos ejercicios largos.... y el mercado le ha vuelto a responder. Los informes de analistas aseguran que Cellnex tiene potencial de subida. No sólo eso, el 80% de la treintena de analistas que siguen a Cellnex aconsejan comprar, el 20% mantener y ninguno bajar. En esta circunstancias, Martínez ha decidido no cambiar de modelo.

¿Pueden darle un susto los fondos? Siempre. Pero, por ahora, Editione (grupo Benetton) se ha mantenido fiel, con un 8,5% del capital, aunque es verdad que ha cedido el primer lugar al fondo soberano de Singapur, GIC, que posee un 9%. El resto se reparte en cuasi cinco por cientos varios. Por ejemplo: Blackrock y Criteria, del que surgió, cuando Caixa era la propietaria de Abertis.  

Dicho de otra forma, Tobías ha decidido retar al mercado y el mercado le ha aplaudido su sistema anglosajón de financiación, que no se le acepta a cualquiera pero se le ha aceptado a él.

Conectividad sostenible, como asegura su felicitación de Navidad. Al menos, financieramente sostenible.