Cepsa tropieza en el inicio del año: ‘pincha’ en resultado por culpa del impuestazo energético... y baja en ebitda
Cepsa ha publicado sus resultados a nivel consolidado a cierre del primer trimestre, un periodo donde menciona que ha empeorado las principales magnitudes que componen la cuenta de resultados respecto al mismo de 2022. Veamos qué ha ocurrido.
El resultado neto según la normativa internacional NIIF (también denominada IFRS) ha alcanzado unas pérdidas muy cuantiosas de -297 millones de euros (M€), cifra muy inferior al beneficio neto de 265M€ obtenido hace un año. Esto supone un desplome del 212% respecto al resultado de hace un año… y del 353% respecto al obtenido en el cuarto trimestre de 2022 (117M€). El principal motivo del desplome se debe al pago del impuesto extraordinario por importe de 323M€, tributo que grava con un tipo del 1,2% los ingresos de las empresas energéticas en España.
El conocido como impuestazo energético ha afectado sobremanera al resultado neto trimestral de Cepsa, tras haber tenido un buen año 2022, y algo menos en su resultado bruto de explotación (ebitda). Este último sólo ha descendido en un 8%, pasando de 605M€ a 556M€ al cierre de marzo. Si bien es cierto, que la reducción entre períodos del ebitda es ligera, de manera comparativa entre las cifras del grupo de 2022 y 2021, siempre se apreció una evolución positiva, por lo que dicho hecho es alarmante, o al menos, significativo.
Como ya hemos comentado en anteriores ocasiones, la petrolera, que es propiedad en un 61,5% del fondo soberano de Abu Dabi -Mubadala- y en un 38,5% del fondo de inversión estadounidense The Carlyle Group, divide su negocio en cuatro unidades principales: (i) exploración y producción, (ii) energía,(iii) química y (iv) corporación. En el área de negocio más importante -la de exploración y producción (también denominada upstream en el argot del sector), el ebitda ha bajado en un 19%, hasta 310M€, debido principalmente a un descenso del precio del crudo en un 20%. Respecto al negocio de energía, el ebitda ha aumentado en un 48%, pasando de 143M€ a 211M€, gracias sobre todo a la mayor eficiencia en la producción. Y en relación al ebitda de las otras dos unidades de negocio, química y corporación, destacar que el de la primera continúa la tendencia de caída (-42%), mientras el de la otra crece un 9%.
Finalmente, toca tratar de manera breve la capacidad de generar liquidez de Cepsa. El grupo que dirige Maarten Wetselaar ha aumentado su liquidez -definida como caja y activos líquidos, más líneas de crédito comprometidas disponibles- a cierre del primer trimestre, pues ha pasado de tener un indicador de 3,647 a uno de 4,283, lo que supone un incremento del 17% y que la petrolera dispone de más activos líquidos para hacer frente a sus pasivos que hace un año. Que un grupo aumente o disminuya su liquidez entre períodos no quiere decir que sea bueno o malo por sí mismo, lo importante es el detalle de a qué se dedica esa caja generada. Como ya viene siendo costumbre, Cepsa no nos ha facilitado su estado de flujos de efectivo y, por ello, no podemos analizar exhaustivamente el detalle de la composición de dicho estado financiero.
La liquidez ha aumentado en un 17%, habiendo reducido la deuda neta en un 22%. O sea, tiene dinero para seguir haciendo inversiones
Sin embargo, la petrolera sí ha publicado su indicador deuda neta/ebitda en el trimestre, el cual nos indica cómo ha variado su ebitda de acuerdo con la deuda neta y es un fiel indicativo de la evolución del efectivo. Aquí hay buenas noticias, porque Cepsa ha disminuido su relación deuda neta/ebitda en el primer trimestre respecto a la de hace un año, debido principalmente a una reducción de la deuda neta del 22%, que en términos absolutos se traduce en 649M€ menos entre períodos.
Conclusión: la evolución positiva del resultado del grupo en anteriores períodos de manera comparativa con los mismos del año anterior se ha cortado a cierre del primer trimestre de 2023 y ha llevado a un peor resultado que otras petroleras. Ello ha venido provocado por un descenso del 8% en su ebitda y por el impuestazo extraordinario a las energéticas. Tranquilos, no ha sido todo malo, porque la liquidez ha aumentado en un 17%, habiendo reducido la deuda neta en un 22%. O sea, tiene dinero para seguir haciendo inversiones.