Cepsa y Repsol apuestan fuerte por los biocombustibles dentro de sus planes estratégicos para la descarbonización y la reducción de emisiones de CO2
Cepsa y Repsol apuestan fuerte por los biocombustibles para el transporte… pese a que su uso en coches tiene fecha de caducidad para Bruselas (hasta 2035: a partir de ese momento sólo quiere coches eléctricos o que usen combustibles sintéticos, aunque no hay litio suficiente, según advierte el CEO de Stellantis, Carlos Tavares). Y lo hacen reforzando y ampliando su capacidad industrial en España… y creando empleos.
Dentro de sus planes de descarbonización y transición energética, la petrolera que es propiedad del fondo soberano de Abu Dabi -Mubadala- y del fondo de inversión estadounidense The Carlyle Group aspira a tener una capacidad de producción de 2,5 millones de toneladas anuales de biocombustibles en 2030, y a ser el proveedor líder de biocombustibles de segunda generación (producidos fundamentalmente a partir de residuos sólidos urbanos y agrícolas) en España y Portugal. Para ello, invertirá 1.000 millones de euros en una nueva planta en su Parque Energético ‘La Rábida’, que se ubica en Palos de la Frontera (Huelva). Pero Cepsa no estará sola: ha anunciado la colaboración de Bio-Oils, grupo del que era cliente, que se creó en 2005 para desarrollar proyectos relacionados con los biocombustibles y que tiene como matriz a Grupo Apical, en la construcción de la citada planta, que será la más grande de biocombustibles de segunda generación del sur de Europa.
En la nueva planta de Palos de la Frontera, Cepsa prevé producir 500.000 toneladas de SAF y diésel renovable para descarbonizar la aviación, el transporte marítimo y terrestre, permitiendo reducir hasta un 90% las emisiones de CO2 respecto al uso de combustibles tradicionales
Grupo Apical también proporcionará la mayoría del suministro de materia prima, procedente de residuos orgánicos, a la nueva planta. Así, se prevé una producción de 500.000 toneladas de combustible sostenible para la aviación (más conocido como SAF, por sus siglas en inglés) y diésel renovable para descarbonizar la aviación, el transporte marítimo y terrestre, permitiendo reducir hasta un 90% las emisiones de CO2 respecto al uso de combustibles tradicionales. Un proyecto que generará cerca de 2.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, durante su construcción y operación, y que “posiciona a Andalucía como un referente europeo en la producción de energías sostenibles y economía circular”, ha destacado el CEO de Cepsa, Maarten Wetselaar.
Paralelamente, este Repsol tiene previsto poner en marcha la primera planta de la Península Ibérica que fabricará 250.000 toneladas anuales de biocombustibles avanzados a partir de residuos en Cartagena (Murcia) y que se sumarán a las 750.000 toneladas que ya produce actualmente. Todo ello con la vista puesta en alcanzar el objetivo de 1,3 millones de toneladas en 2025 y 2 millones de toneladas en 2030.
En octubre de 2021, la refinería de La Coruña procesó por primera vez 500 toneladas de aceite de cocina usado para fabricar gasóleo renovable y Repsol quiere seguir elevando este negocio: ahora recogerá este residuo en hasta 150 estaciones de servicio de la Comunidad de Madrid
La compañía multienergética que preside Antonio Brufau y tiene como CEO a Josu Jon Imaz tiene la economía circular como uno de los principales ejes para la transformación de sus complejos industriales y alcanzar las emisiones cero netas en 2050 a través de la fabricación de combustibles renovables y los materiales circulares. En octubre de 2021, la refinería de La Coruña procesó por primera vez 500 toneladas de aceite de cocina usado para fabricar gasóleo renovable y quiere seguir elevando este negocio. Por ello ahora acerca su apuesta por la economía circular a algunas de sus estaciones de servicio de la Comunidad de Madrid al habilitar, primero en 134 y en las próximas semanas ampliará el número a 150, un servicio de puntos de recogida de aceite de cocina usado en botellas de plástico de, al menos un litro. De esta forma, facilita a sus clientes la gestión sostenible de este desecho doméstico, que después usará como materia prima para producir combustibles renovables con cero emisiones netas de CO2, y también ofrecerá más descuentos de los actuales a sus clientes por ese ‘buen’ gesto. En concreto, los usuarios de Waylet podrán obtener un descuento de 30 céntimos por litro de aceite de cocina usado entregado para aprovechar en un próximo repostaje o en otros productos de sus más de 3.300 estaciones de servicio en España.
Valero Marín, director general del área Cliente de Repsol, ha destacado que “este nuevo servicio refuerza nuestro vínculo con el cliente, que es el centro de nuestra actividad, [...] y ejemplifica, además, nuestro compromiso con la economía circular y con la descarbonización del transporte, del que queremos hacer partícipes a nuestros clientes”. Por su parte, Paloma Martín, consejera de Medioambiente, Vivienda y Agricultura de la Comunidad de Madrid,ha subrayado que “es importante recordar que un litro de este líquido puede llegar a contaminar 1.000 litros de agua. El reciclaje de dicho producto es fundamental también para evitar daños en las tuberías, ya que, en la mayoría de los casos, se tira en la pila del fregadero”.