Cepsa pasa a llamarse Moeve, casi dos años después de que Maarten Wetselaar asumiera el cargo de CEO y lanzara la estrategia 'Posiive Motion' para convertirse en referente de la transición energética
Cepsa será más verde sí o sí, pues ahora se atreve a cambiar de nombre. Tras 95 años de historia, se transforma en Moeve, para reflejar que “no hay marcha atrás”, así como el deseo de acelerar en la descarbonización y el compromiso total con la energía y la movilidad sostenibles.
La petrolera hace tiempo que no es española sí se mira a su accionariado, pues está controlada por el fondo soberano de Abu Dabi -Mubadala- en un 61,5% y en un 38,5% por el fondo de inversión estadounidense The Carlyle Group. A partir de ahora será menos española también en su nombre (que en realidad es Compañía Española de Petróleos S.A.) porque lo cambia por el de Moeve. Con este paso, busca “demostrar determinación de que el cambio es real a clientes, gobiernos e inversores”, ha afirmado su CEO, Maarten Wetselaar, quien ha empezado su intervención mostrando su solidaridad y apoyo a todos los afectados por la DANA, destacando que las estaciones de servicio han servido de refugio y fuente de alimentación.
“Las acciones de los gobiernos, reguladores u otros agentes siempre pueden obligarnos a repensar nuestras prioridades”, afirma Wetselaar, aludiendo, por ejemplo, al impuestazo energético
Este directivo neerlandés lleva a los mandos de la compañía desde enero de 2022 y dos meses después, presentó la nueva estrategia a 2030, denominada ‘Positive Motion’, con el objetivo de transformarla en un referente de la transición energética a través de inversiones de 8.000 millones de euros (más del 60% en negocios sostenibles). Desde entonces, ha habido algunos avances y Wetselaar ha destacado: el desarrollo del Valle andaluz del hidrógeno verde, el impulso de la creación del primer corredor marítimo entre los puertos de Algeciras y Huelva con el de Róterdam (Países Bajos) -lo que supone apostar también por la ruina del transporte del hidrógeno verde, que aún no es rentable y es más complejo que producirlo al lado de donde se va a consumir-, la ampliación de la producción de productos químicos bajos en carbono, la instalación de 160 cargadores ultrarrápidos, el desarrollo de la mayor planta de metanol verde de Europa, el inicio de la construcción del que será el mayor complejo de biocombustibles 2G del sur de Europa, la comercialización de combustibles sostenibles de aviación (SAF, por sus siglas en inglés) en siete de los principales aeropuertos españoles o el desarrollo de 30 plantas de biometano en España.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, en especial si se tiene en cuenta el impacto que ha tenido el impuestazo energético en sus resultados, pues en más de un periodo le ha supuesto pérdidas (las últimas, hasta ahora, se han registrado en el primer trimestre y han sido inferiores a las del año anterior). Es más, recientemente, ante la pretensión del Gobierno Sánchez de convertirlo en permanente, Cepsa ha decidido congelar las inversiones en nuevos proyectos de hidrógeno en España (nada más y nada menos que 3.000 millones de euros). En la presentación del nuevo nombre, Wetselaar ha sido más positivo, refiriendo que esto va de transición energética, no de rumbo político o impuestazo, “esto no nos detendrá, nuestro esfuerzo para transformarnos es imparable”. Eso sí, ha añadido que “las acciones de los gobiernos, reguladores u otros agentes siempre pueden obligarnos a repensar nuestras prioridades”, y al hilo de esto, “ahora, por ejemplo, sobrevuela el impuesto de las energéticas”.
“Cepsa irá dejando espacio a Moeve, pero Cepsa siempre seguirá en nuestra memoria y en nuestro corazón”, señala el CEO, pero como “Cepsa es hoy algo diferente” cambia de nombre... y el lema de Moeve es “Este futuro tiene futuro”
Cepsa lleva tiempo dando pasos para ser más verde, en especial, con desinversiones dentro de lo que era su negocio tradicional de petróleo: ha vendido cerca del 70% de sus actividades de exploración y producción (upstream, en el argot petrolero) en Abu Dabi, Colombia y Perú en tan sólo 14 meses. Más recientemente, el pasado verano, también ha vendido el negocio de butano, propano y autogás en España y Portugal. Y podrían no ser las últimas desinversiones.
“Cepsa irá dejando espacio a Moeve, pero Cepsa siempre seguirá en nuestra memoria y en nuestro corazón”, ha afirmado Wetselaar. La implantación de la nueva marca empezará en noviembre y será progresiva en sus centros corporativos y estaciones de servicio, que lleva por lema “Este futuro tiene futuro”.Todo ello, con el “talento y compromiso” de más 11.000 empleados, con “energía y flexibilidad, humildad, ambición, determinación, aprendizaje y trabajo duro porque aún nos queda mucho camino por recorrer, pero el mundo está cambiando y nosotros con él”, ha explicado el CEO, añadiendo que “Cepsa es hoy algo diferente”.