Cuando hablamos de empresas chinas no hay que perder de vista el régimen comunista del país. Sí, China tiene un sistema económico capitalista -que no liberal, de fomento de la propiedad privada pequeña-, pero el régimen político es una dictadura comunista férrea, que lo controla todo, incluida la economía y, por supuesto, las empresas.

Dicho esto, la operadora estatal China Telecom, con más de 600 millones de clientes, presentó este martes un beneficio neto de 33.000 millones de yuanes (4.550 millones de dólares, unos 4.190 millones de euros), en 2024, un 8,4% más que en 2023. Los ingresos operativos alcanzaron los 529.400 millones de yuanes (72.993 millones de dólares, 67.295 millones de euros), un 3,1% más que el año anterior, impulsados por el negocio de computación en la nube, que aumentó un 17,1% su facturación, y el de soluciones inteligentes, que ingresó un 195,7% más.

Al final, los ingresos por servicios móviles alcanzaron los 202.500 millones de yuanes (27.920 millones de dólares, unos 25.740 millones de euros), y los de digitalización industrial, los 146.600 millones de yuanes (20.215 millones de dólares, unos 18.635 millones de euros).

La estrategia actual de la compañía, controlada por el Partido Comunista, incluye la construcción de una “China Digital”, o sea, controlar todavía más a los ciudadanos para que no se salgan de los postulados dictatoriales del régimen. Porque China no es una democracia, sino una dictadura, aunque parece que Occidente, principalmente Europa, lo ha olvidado.