Tres semanas después de que Amazon ordenara el fin del teletrabajo, Mark Zuckerberg, el fundador de Facebook, superaba a Jeff Bezos, fundador de Amazon, como el número dos en la lista de los más ricos del mundo.

Según el índice de multimillonarios de Bloomberg, Zuckerberg atesora 206.000 millones de dólares (187.000 millones de euros aproximadamente); la fortuna de Bezos es de 205.000 millones de dólares (alrededor de 186.000 millones de euros)

Por delante de los dos está Elon Musk, (Tesla y SpaceX), con 256.000 millones de dólares (233.000 millones de euros).

Si miramos la capitalización de estas compañías, Amazón capitaliza por 1,96 billones de dólares mientras que Facebook (Meta), a mucha, mucha distancia, lo hace por 1,52 billones.

Amazon quiere que no haya tanto ‘jefe’ para tampoco ‘indio’…lo que suele propiciar "reuniones infructuosas que a su vez desembocan en "reuniones previas a reuniones previas a las reuniones de decisión

Es más, Amazon, el pasado mes de junio, superaba los dos billones de dólares. Ya lo hizo a finales de abril Google Alphabet.

Pero es que, Nvidia, Microsoft y Apple han tocado el firmamento porque su valor se ha elevado, en algún momento de este año, por encima de los 2.8 billones.

La compañía de Bezos se acaba de unir a otras tecnológicas que están poniendo coto al teletrabajo. En su caso, lo habrá eliminado del todo con fecha de enero de 2025.

MetaGoogle no se atreven a llegar tan lejos y han optado por un sistema mixto de tres días en oficina y dos en casa.

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De la decisión de Amazon se informaba por carta a los empleados, una carta en la que el CEO de la compañía, Andy Jassy, advertía de que tendrán que trabajar en la oficina cinco días a la semana. Si no lo hacen, podrán ser despedidos.

Pero Jassy ha ido más allá, porque Amazón va a emprender un nuevo ajuste en mandos intermedios para "eliminar capas y aplanar organizaciones".

Es decir, que no haya tanto ‘jefe’ para tampoco ‘indio’…lo que suele propiciar reuniones infructuosas que a su vez desembocan en "reuniones previas a reuniones previas a las reuniones de decisión".

De la decisión de acabar con el teletrabajo se informaba por carta a los empleados, una carta en la que el CEO de la compañía, Andy Jassy, advertía de que tendrán que trabajar en la oficina cinco días a la semana desde enero de 2025

La misiva se hacía pública el 17 de septiembre, un día después, las acciones de la compañía emprendían una senda alcista desde los 186,43 dólares hasta los 193,88 en los que cotizaba una semana después. Pero, de momento, se ha acabado la fiesta para Amazon cuyos títulos cotizan hoy en los 181 dólares.

Aun así, en lo que va de año sube un 24% y, en los últimos doce meses, se apunta un 45%.

“Amazon es una de las pocas grandes tecnológicas en las que a día de hoy todavía nos resulta atractiva la inversión debido a su potencial de revalorización, que se fundamenta principalmente en su capacidad de seguir incrementando su negocio, especialmente en áreas clave de fuerte expansión como los servicios en la nube con la intervención de inteligencia artificial (IA)”, explica Julián Pascual, presidente y gestor de renta variable de Buy & Hold.

Y ha sido precisamente esa apuesta por la IA la que llevó a Amazon a experimentar uno de los peores días en su cotización.

Fue el pasado 2 de agosto, cuando sufrió uno de los mayores desplomes de los últimos dos ejercicios. Caídas cercanas al 9% tras anunciar los resultados del segundo trimestre, por debajo de las expectativas: el volumen de negocios ascendió hasta los 148.000 millones, un 10% que un año antes, a lo que hay que sumar que las ventas online se ralentizaban en el segundo trimestre, y unas previsiones para el tercer trimestre decepcionantes para el mercado.

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Lo que sí ha generado entusiasmo por parte de los inversores, es el ajuste de costes que puso en marcha hace casi dos años, que ha supuesto la salida de más de 27.000 empleados, un ajuste de plantilla que se sigue produciendo

Los inversores consideran, además, que gasta mucho para coger el ritmo en la carrera de la inteligencia artificial, un esfuerzo económico que no terminan de rentabilizar, bien es cierto que no sólo Amazon, sino también el resto de las compañías del sector. Y eso preocupa.

Por ejemplo, Amazon acaba de invertir 4.000 millones de dólares en la empresa de inteligencia artificial Anthropic.  “La compañía”, señala Julián Pascual, “contaría con capacidad para multiplicar su beneficio varias veces si dejase de reinvertir tanto, por lo que sus métricas de valoración serían mucho más ajustadas”.

Lo que sí ha generado entusiasmo por parte de los inversores, es el ajuste de costes que puso en marcha hace casi dos años, que ha supuesto la salida de más de 27.000 empleaos, un ajuste de plantilla que se sigue produciendo.

El pasado mes de abril, anunció un nuevo capítulo de despidos en Amazon Web Services, su negocio de servicios en la nube, del que por cierto es líder del mercado.