Lakshmi Mittal, presidente ejecutivo de ArcelorMittal
China está marcando el paso al mundo, de eso no hay duda, especialmente por su adormecida demanda, que nos trae a todos de cabeza, sobre todo a los mercados.
Y si Pedro Sánchez ha viajado a Pekin a ver si arreglaba lo del porcino español (aunque se ha arrogado una misión mucho, mucho más ambiciosa, mediar entra la UE y el Gobierno chino por lo de los aranceles al coche eléctrico), y parece que se ha venido de vacío, ArcelorMittal, culpa precisamente a China de sus reciente males.
Le acusa de ser la responsable de abaratar los precios del acero debido a las masivas exportaciones que realiza el país.
Es cierto que la actividad exportadora de China ha golpeado la cuenta de resultados de la compañía, cuya cotización lideraba hoy las caídas, (moderadas) en la apertura de la Bolsa española, del Ibex 35. En lo que va de año, se deja un más de un 22%. Y si comenzó 2024 en los 25,81 euros, hoy, sus acciones, valen poco más de 20.
ArcelorMittal suma el ‘impacto China', a las dudas sobre la inversión en plantas DRI en Europa, concretamente en España (Veriña en Gijón) para justificar su compromiso, incumplido, acerca de la que prometía ser su ‘gran inversión’ en nuestro país
Volviendo a China, el gigante asiático tiene 11 compañías entre las 20 que mayor número de toneladas sacaron al mercado en 2023. ArcelorMittal se mantiene en segunda posición, aunque a una distancia sideral de la todo poderosa China Baowu Group, que lidera la clasificación.
Según la patronal mundial del sector, World Steel, que ha publicado el ranking de las principales empresas del acero, Arcelor produjo 68,52 millones de toneladas de 2023, y el líder chino, 130,77 millones.
Así que, miel sobre hojuelas porque ahora ArcelorMittal suma el ‘impacto Xi Jinping’, a las dudas sobre la inversión en plantas DRI en Europa, concretamente en España, y en Asturias para ser más precisos, para justificar su compromiso, incumplido, sin rubor, acerca de la que prometía ser su ‘gran inversión’ en nuestro país.
El horno DRI, que sustituirá los Altos Hornos buscando un menor impacto ambiental, es lo que tiene pendiente instalar Arcelor en su factoría de Veriña (Gijón) para acabar con las emisiones de CO2. En enero de 2023, la Comisión Europea dio el visto bueno una subvención de 450 millones de euros precisamente para este proyecto.
Ese mismo año y en abril, la subvención fue ratificada por el Gobierno español. Desde ese momento, la incertidumbre se ha apoderado de los planes de Arcelor, una incertidumbre que va en aumento según pasa el tiempo y que ha ascendido ya a la categoría de tomadura de pelo.
La fecha que recoge la estrategia anunciada a bombo y platillo en verano de 2021 por Lakshmi Mittal, presidente ejecutivo de la compañía, bajo la atenta mirada del presidente del Gobierno Pedro Sánchez, indicaba la fecha de ‘finales de 2025’ para la conclusión del proyecto.
Ahora, el Ejecutivo central, tal y como publica La Nueva España, admite que tiene “muchísimas dudas” al respecto.
En lo que va de año, Arcelor se deja un más de un 22% en Bolsa. Y si comenzó 2024 en los 25,81 euros, hoy, sus acciones, valen poco más de 20
Por tanto, jarro de agua fría para el Principado gobernado por el socialista Adrián Barbón para el que, Arcelor es el asunto. “Es lo suficientemente importante”, explican fuentes consultadas, “como para ser el eje de la legislatura y encumbrar la gestión de Barbón, o hacer que, estos cuatro años, sean un borrón, y no precisamente a pie de página”.
Al parecer, y según los expertos, la compañía no quiere asumir los requisitos establecidos respecto a los plazos para ejecutar el proyecto.
España no es la única porque Alemania o Italia están pendiente de que Arcelor ejecute obras similares. Recordar que el proyecto francés, aprobado en enero de este año, también sufre retrasos.
Otro de los contenciosos más enquistado es el que mantiene con el Gobierno italiano por las reticencias de la multinacional para reflotar la planta de Ilva, la mayor planta siderúrgica europea, a pesar de que el Ejecutivo Meloni está dispuesto a asumir buena parte de la inversión.
Comprar Ilva fue en su momento (2018) una gran apuesta de Arcelor, pero descubrió después que no era lo que esperaba y estuvo a punto de tirar la toalla… hasta que llegó el Estado italiano que, en 2021, entró en el accionariado de la factoría.
Es decir, la acerera deja de invertir en determinadas plantas de Europa concretamente, para hacerlo en otros lugares como la India, Estados Unidos o Canadá.
La fecha que recoge el proyecto anunciado en el verano de 2021 por Lakshmi Mittal, presidente ejecutivo de la compañía, bajo la atenta mirada del presidente del Gobierno Pedro Sánchez, indicaba la fecha de ‘finales de 2025’ para su conclusión
La compañía, que en un 37% pertenece a su presidente ejecutivo, no pierde de vista Estados Unidos cuya ley de reducción de la inflación tiene 400.000 millones disponibles para empresas que apuesten por la transición energética.
ArcelorMittal ya está presente en el país tras la compra del 80% de la planta de Voestalpine (Corpus Christi, Texas).
También en Canada, la multinacional está desarrollando proyectos pioneros. La de Dofasco, en Ontario, es única planta de DRI (reducción directa del mineral de hierro) que Arcelor está levantado en todo el mundo.
Todo esto en detrimento de su estrategia europea. Antes hay que explicar que, tanto en Canadá como en Estados Unidos, todo lo que tenga que ver con la transición energética o la descarbonización, tiene plazos, en algunos casos, más relajados, y las ayudas son más suculentas que las que puede recibir, por ejemplo, de España (vía Unión Europea).
Mientras tanto, ArceloMittal anunciaba el pasado mes de agosto y tras presentar una mala cuenta de resultados semestrales (el beneficio neto caía un 51,2% y los ingresos bajaban un 12,3%...al mismo tiempo ejecutaba nuevos despidos en España), la adquisición del 28,41% de Vallourec al fondo de inversión Apollo por 955 millones.