Buen comportamiento bursátil de los laboratorios Almirall en lo que llevamos de año. Cotiza en los 9,16 euros y sube este 2025 un 9,25%; en los últimos doce meses, un 7,5%.

Cerró el mes de enero en máximos cuando anunció que prevé crecimientos de doble dígito hasta 2030, gracias, explicó la compañía en la Conferencia JPMorgan HealthCare 2025, a sus productos dermatológicos.

En la última presentación de resultados, cuando ganó 7,2 millones de euros hasta septiembre, un 47% menos respecto al mismo periodo del año anterior, el presidente y consejero delegado de Almirall, Carlos Gallardo, comunicaba que la previsión es volver a beneficios en Estados Unidos, este mismo año, país donde no consigue ‘vender’, tal y como le gustaría, sus fármacos dermatológicos.

A la espera de lo que ocurra durante este ejercicio, los Gallardo se enfrentan a un ‘pequeño contratiempo’, El holding de la familia Gallardo, es decir su family office Landon entró en pérdidas durante 2023, según publica El Economista.

El famiy office Landon, que ha entrado en pérdidas, controla el 60% de Almirall. El holding agrupa también los hospitales Vithas -a través de Goodgrower- (el segundo mayor grupo hospitalario privado del Estado después de Quirón), y la cadena hotelera Sercotel, entre otras compañías

Beneficios por 60 millones frente a los 90 conseguidos un año antes.

Ha sido precisamente Almirall, para bien y para mal, según el caso, la culpable de esta entrada en números rojos, junto al mal comportamiento del grupo de hospitales Vithas, que también ha lastrado las ganancias.

Landon controla el 60% de Almirall. El holding agrupa también los hospitales Vithas -a través de Goodgrower- (el segundo mayor grupo hospitalario privado del Estado después de Quirón), la cadena hotelera Sercotel, entre otras compañías. También controlan Healtgrower (sociedad de capital riesgo creada en 2023) y participan  en el fondo de capital riesgo británico G Square Capital presente en sectores de la sauld, como el oftalmológico o el dental.

Lo que preocupa, según los expertos, es que London ‘exprima' económicamente al laboratorio como fuente de ingresos.

Por ejemplo, en 2022, el holding de los Gallardo ganó más de 80 millones gracias a un dividendo generado por la salida a Bolsa de Allmiral en 2007.

La fórmula para hacer efectiva esta especie de ingeniería financiera se resumen en que se trata de un dividendo extraordinario procedente de la sociedad Plafin (la tenedora de acciones de Almirall) con cargo a reservas voluntarias de 2007”, tal y como ha publicado Cinco Dias.

Lo que preocupa a los expertos, es que London ‘exprima' económicamente al laboratorio como fuente de ingresos

“Hacer ese traspaso de una filial al grupo empresarial, es decir, al family office en este caso, no es muy frecuente, se trata de algo extraordinario que no se suele ver”, señalan las fuentes consultadas.

Salvando las distancias, podría asemejarse a lo ocurrido en Grifols con su familiy office Scraton, origen de todas sus desgracias actuales.

De vuelta a Almirall, recordar que en 2007 debutó en Bolsa lo que supuso pingues beneficios para los Gallardo. Tal y como explica el diario económico, la familia depositó 488,2 millones en reservas voluntarias en Plafin, de los que salió el montante para pagar este dividendo.

Los Gallardo se han caracterizado, además, tal y como venimos contando en Hispanidad, por maltratar a los pequeños accionistas que han sido castigados en las distintas ampliaciones de capital que ha ejecutado Almirall con la excusa, siempre, de aumentar la liquidez del valor.

Antonio y Jorge Gallardo Ballart son los principales accionistas. Controlan el 60,1% del capital de Almirall, empresa que fundó su padre, Antonio Gallardo Carreras, en 1943.

Carlos Gallardo Piqué (tercera generación), el segundo de los tres hijos de Jorge, sustituyó a su padre en la presidencia no ejecutiva en mayo de 2022 y el pasado noviembre sumó la responsabilidad de CEO, tras la renuncia de Gianfranco Nazzi.

Los Gallardo se caracterizan por maltratar a los pequeños accionistas que han sido castigados en las distintas ampliaciones de capital que ha ejecutado Almirall con la excusa, siempre, de aumentar, la liquidez del valor

Por su parte, Antonio Gallardo Torrededía, el hijo varón de Antonio, es consejero dominical de Almirall y presidente del holding familiar The Landon Group.

También están en el accionariado Norbel Inversiones, S.L. (los dueños de Rovi) con el 5,068%, y la gestora de fondos Wellington Management Group LLP que controla el 4,968%.

Por cierto que, Antonio y Jorge Gallardo Ballart, han cedido el control del family office a la tercera generación de la saga familiar, la quinta más rica de España.