Enrique Díaz-Tejeiro, presidente de Solaria
Y no es para menos porque las buenas noticias se acumulan en la última semana para la empresa decana en España de la energía fotovoltaica que controla la familia Díaz-Tejeiro con una participación que roza el 35% del capital.
Lo últimos ‘tantos’ que se ha apuntado Solaria, tras anunciar unos buenos resultados empresariales que han elevado su ebitda un 31%, son la firma de un contrato con Endesa por 10 años para la compraventa de energía, y los 1.700 millones que ha conseguido del BEI (Banco Europeo de Inversiones) para levantar 120 plantas fotovoltaicas. A todo esto hay que sumar que la empresa logra su mejor consejo de compra desde 2020
Así que, no es de extrañar, que los títulos de la compañía esten disparando su cotización. En las últimas semanas acumulan subidas cercanas al 6% al compás de una nueva tanda de mejora en las recomendaciones. Hoy mismo, Citi ha elevado su precio objetivo desde los 16,3 hasta los 17 euros por acción y Société Générale ha hecho lo propio hasta los 17,50 euros.
Solaria ha conseguido 1.700 millones del BEI (Banco Europeo de Inversiones) para levantar 120 plantas fotovoltaicas en España, Portugal e Italia
A finales de la semana pasada el banco canadiense RBC fue más allá y le otorgó una mejora de hasta 19 euros por acción. En resumen, que en las últimas siete jornadas, las mejoras de valoración dan a sus títulos un potencial alcista del 30%.
Detrás está, por supuesto, la aceleración que experimenta su negocio, aseguran los expertos porque, en los seis primeros meses de 2023 la compañía logró aumentar sus ingresos un 32%, hasta los 99,6 millones, y el resultado bruto de explotación un 31%, hasta los 89 millones, al tiempo que la empresa del Ibex se está beneficiando del crecimiento sustancial de las instalaciones fotovoltaicas en España. En concreto, 120 plantas tiene proyectado levantar Solaria no sólo en nuestro país sino también en Italia y Portugal, con la ayuda inestimable del BEI y sus 1.700 millones.
Y en línea con la estrategia empresarial del grupo, especialmente a largo plazo, está el contrato firmado con Endesa la semana pasada. Se trata de un acuerdo de compraventa de energía (PPA por sus siglas en inglés) para los próximos diez años y que conlleva una mejora de precio del 40% respecto al último PPA firmado por Solaria.
Citi ha elevado su precio objetivo para la compañía desde los 16,3 hasta los 17 euros por acción y Société Générale ha hecho lo propio, hasta los 17,50 euros
De tal manera que, con estos mimbres y contratiempos aparte, no hay duda de que Enrique Díaz Tejeiro-Gutiérrez y familia van a ver cómo aumenta su patrimonio en los próximos lustros, incluida su participación en Solaria valorada a día de hoy en los 616 millones de euros.
Pero no sólo ellos, claro está, porque, tras la familia, en el accionariado de la compañía hay varios fondos de inversión, tal y como informa Hispanidad, entre los que se encuentra, faltaría más, BlackRock, el colonizador del Ibex, con un 4,542%; DWS Investment, la gestora de activos del banco alemán Deutsche Bank, con un 3,326%; Norges Bank, gestor del fondo soberano de Noruega, con un 3,176%; Amundi, empresa francesa de gestión de activos, con un 3,071%; Mirova, filial del banco corporativo y de inversión francés Natixis, con un 3,001%; ZP Master Utility Fund -operado por Zimmer Partners-, con un 2,166%; y la gestora de inversión independiente Invesco, con un 2,149%.
Díaz-Tejeiro controla Solaria y otros negocios a través de una sociedad con sede en Pozuelo de Alarcón (Madrid), Tulpefield SL, que a su vez tiene el 40% de DTL Corporación SL, la gran empresa de la familia, en la que también participan sus tres hijos.
Además de la familia Díaz-Tejeiro, en el accionariado de Solaria hay varios fondos de inversión entre los que está BlackRock, con un 4,542%
La burbuja financiera que viven las renovables, que más que financiera es especulativa y que el propio Hernández de Cos define como “burbuja verde”, sigue impulsando a Solaria que en octubre de 2020 entró en el Ibex 35 y que, sin embargo, y como otras compañeras de viaje, está sometida a los vaivenes de un sector extremadamente volátil.
De hecho, la empresa de Díaz-Tejeiro acumula una caída del 18% en lo que va de año.