Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola. Foto: Pablo Moreno
Iberdrola lideraba hoy la parte alta del Ibex 35. Abría sesión subiendo por encima del 1%. Dos noticias justificaban el buen tono de la compañía.
La primera, que la energética, en máximos históricos, se apunta al negocio de los centros de datos; y la segunda, una mejora de su valor fundamental por parte de Morgan Stanley (precio objetivo al alza hasta los 15,5 euros), y Berstein (precio objetivo 14 euros).
Sin embargo, el consenso que recoge Bloomberg no ve potencial en Iberdrola y la coloca en los 13,2 euros por debajo del nivel en los que hoy cotiza (13,7).
La compañía que lidera Ignacio Sánchez Galán prepara una 'joint venture' con la que quiere desarrollar el negocio de los centros de datos 'data centers' para Inteligencia Artificial.
Con este objetivo ha lanzado una filial especializada, bautizada como CPD4Green, de la que ya habló su presidente en la presentación de resultados del primer semestre.
Sánchez Galán se tendrá que entender con el nuevo comisario de Energía, el socialista danés Dan Jorgensen, pero especialmente, con Teresa Ribera, la nueva vicepresidenta ejecutiva de Competencia y Transición Limpia, Justa y Competitiva, con la que está ‘a partir un piñón’, aquí en España
La intención es, según explican los analistas consultados, que la mayoría de la nueva filial, (el 80%) esté en manos del nuevo socio mientras ella controlará el 20% y aportará el terreno disponible además de garantizar el suministro de electricidad.
Explican desde Renta 4 que esta participación minoritaria tiene el objetivo de limitar el nivel de inversión por parte de Iberdrola (alrededor de 2.000 mln euros hasta 2030 para el desarrollo de la capacidad renovable principalmente).
Si echamos cuentas y partiendo de la valoración que se le diera a la filial y que podría rondar los 2.000 millones de euros, el socio debería aportar unos 1.600 millones.
Y al mercado le gusta, aplaude la decisión. Desde Bankinter señalan que la entrada en el negocio de los centros de datos por Iberdrola es positivo porque estos centros "van a ser los nuevos grandes consumidores de luz", al mismo tiempo que Renta 4 explica que “el desarrollo de este negocio se encuentra en una fase preliminar y los efectos no se verán hasta el largo plazo…”
Aun así, Iberdrola piensa en seguir aumentando la deuda para financiar, en este caso, la aventura ‘data center’ de Sánchez Galán.
Bien es cierto que el grueso de la financiación recaerá en el ‘otro’. Es decir, que yo diversifico, y a ver si consigo que paguen los demás.
Vamos a repasar los niveles de endeudamiento Iberdrola: la deuda financiera neta ajustada, en el primer semestre del año, se situaba en 45.153 millones de euros, disminuyendo en 2.679 millones de euros respecto a diciembre 2023.
Sin embargo, es superior a la registrada en el primer trimestre de este año (44.998 millones), y, por ejemplo, y por tener un referente dentro del sector, es más de cuatro veces superior a la registrada por Endesa (10.800 millones).
La compañía prepara una 'joint venture' con la que quiere desarrollar el negocio de los centros de datos 'data centers' para Inteligencia Artificial
Y con estos niveles de apalancamiento, echamos un vistazo al valor total de la empresa que se contabiliza en 108.000 millones que incluye la capitalización de mercado más la deuda neta, restando el efectivo y los equivalentes.
Pues le deseamos toda la suerte del mundo al presidente de Iberdrola, que, por cierto, se tendrá que entender con el nuevo comisario de Energía, el danés Dan Jorgensen, pero especialmente, con Teresa Ribera, la nueva vicepresidenta ejecutiva de Competencia y Transición Limpia, Justa y Competitiva, con la que está ‘a partir un piñón’, aquí en España.
Galán, que cumplirá el próximo 30 de septiembre 74 años, sigue con el proceso de sucesión abierto.
“La sucesión es importante”, opinan las fuentes consultadas. “Los inversores deben valorar si los planes de la nueva directiva son los mismos que los de la anterior o si por el contrario pretenden cambiar el rumbo”.
“En el caso de Iberdrola”, concretan, “parece que la situación se está alargando. De hecho, en una empresa en la que las inversiones en expansión de redes y gastos de capital son tan elevadas, el equipo gestor es muy relevante, ya que será el encargado de la asignación de capital. Y, aunque el negocio sigue funcionando bien y los últimos años han sido buenos, si no se establece un plan interno para la sucesión, la cotización podría verse perjudicada”.
El consenso que recoge Bloomberg no ve potencial en Iberdrola, que cotiza en máximos, y la situa en los 13,2 euros por debajo del nivel en los que hoy cotiza (13,7)
Recordar que Sánchez Galán se vio obligado por los fondos presentes en su accionariado (grandes accionistas como BlackRock o Qatar) a dejar el puesto de consejero delegado en 2022 y nombrar un CEO, cargo que recayó en Armando Martínez que no parece que vaya a ser el elegido para ocupar la silla del presidente. Entre otra cosas, porque Galán nombró un CEO al que no le deja mandar ni en el catering.
Porque Galán… sigue mandando mucho y suele bromear con que su sucesor se apellidará Smith, pues la eléctrica será, en el futuro, una compañía más norteamericana que española”.
Hay quienes piensan que no será Smith el que cogerá el testigo, sino Sánchez-Galán y García-Tabernero (José Ignacio), su segundo hijo y el mayor de los varones. Por ahora, el padre le quiere como consejero de la eléctrica, donde ya trabaja desde hace un tiempo como director de Compras y Servicios Globales.
