Iberdrola sigue recibiendo buenas noticias. Su filial en el Reino Unido, ScottishPower, se ha hecho con una subasta para el desarrollo de dos parques eólicos marinos de 1,1 GW…, “cuya energía será capaz de llegar a un millón de hogares en el país, a través de las infraestructuras East Anglia Two y East Anglia Three”, aseguran los expertos.

Buena noticia, suponiendo que el negocio de energía eólica marina no se malogre... y sin olvidar la crisis de Orsted de hace unos meses y el lastre que vivió la propia Iberdrola. Desde luego, estamos ante un fenómeno arriesgado, el más arriesgado actualmente de todo el sector eléctrico. No debemos olvidar que, durante el Gobierno Sunak, el parón de los proyectos eólicos fue una realidad, tras el compromiso adquirido de tener 50 GW de energía eólica marina para 2050.

Ahora, con el laborista Keir Starmer al frente del Ejecutivo británico, han vuelto a tomar impulso.

Bien es cierto que la acción de Iberdrola ni se ha inmutado. Subidas que no llegan al medio punto porcentual, incluso en algún momento de la sesión... números rojos, con los títulos cotizando en los 12,8 euros. 

En agosto, Iberdrola fue, junto a Inditex, el principal artífice de que el Ibex 35 se colocara a la cabeza de Europa, con una capitalización que roza los 82.000 millones

Debe ser que el mercado se está acostumbrado a recibir ‘alegrías estratégicas’ por parte de una compañía que, en los últimos seis meses ha subido un 22%, y que va de máximo en máximo. 

En agosto fue, junto a Inditex, el principal artífice de que el Ibex 35 se colocara a la cabeza de Europa, con una capitalización que roza los 82.000 millones, lo que la convierten en la segunda más valiosa del selectivo, solo por detrás de la gallega.

La mejora de los resultados, tras los números de 2023, ha sido fundamental para la evolución de la compañía. “En este primer semestre se ha beneficiado de un aumento de la energía eólica marina, de un incremento de las tarifas en Estados Unidos y en el Reino Unido, y de una mejor gestión de los costes”, señala Javier Cabrera, analista de mercados. Por cierto, Iberdrola quiere adjudicarse los primeros parques marinos de Oregón (EEUU), el próximo mes de octubre.

Las cuentas del primer semestre de 2024 fueron buenas. Disparaba sus beneficios un 64% hasta los 4.134 millones debido a las plusvalías obtenidas con la venta de activos en México (por cerca de 6.000 millones), algo que ha llevado a la empresa a revisar al alza sus previsiones para este año: crecimiento del beneficio neto de doble dígito que podría llegar al 11% lo que supondría tocar los 5.300 millones en 2024, desde los 4.800 millones de 2023.

Pero ojo, atención a la deuda… ya que, y aunque es cierto que la financiera neta ajustada del primer semestre ha disminuido hasta los 45.153 millones, el descenso es de sólo 137 millones respecto a la del cierre de junio de 2023.

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Además, la cifra total de deuda sigue siendo demasiado elevada y superior a la registrada en el primer trimestre de este año (44.998 millones).

Iberdrola ha logrado, no obstante, mantener la mejora ratio deuda neta ajustada/ebitda, y ha pasado de 3,16 veces a 3,06, lo que refleja mayor capacidad de generar recursos.

Unos recursos fundamentales para seguir bien posicionada en el sector de las energías renovables… pero sin perder de vista que  “los precios de la electricidad”, explica Cabrera, “seguirán ubicándose en niveles bajos debido precisamente a las grandes inversiones que se están realizando en renovables en todo el mundo y la eficiencia de los procesos. Esto podría perjudicar a Iberdrola si no es capaz de tener un mejor desempeño operativo que sus competidores”.

Dicen que podríamos estar ante el último plan estratégico de Ignacio Sánchez Galán (74 años cumplirá el próximo 30 de septiembre), presidente ejecutivo prácticamente con todos los poderes, y cuyo relevo, es algo fundamental. “La sucesión es importante”, opina Javier Cabrera. “Los inversores deben valorar si los planes de la nueva directiva son los mismos que los de la anterior o si por el contrario pretenden cambiar el rumbo”. 

La mejora de los resultados, tras los números de 2023, ha sido fundamental para la evolución de la compañía “En este primer semestre se ha beneficiado de un aumento de la energía eólica marina, de un incremento de las tarifas en Estados Unidos y en el Reino Unido

“En el caso de Iberdrola”, añade, parece que la situación se está alargando. De hecho, en una empresa en la que las inversiones en expansión de redes y gastos de capital son tan elevadas ,el equipo gestor es muy relevante, ya que será el encargado de la asignación de capital. Y, aunque el negocio sigue funcionando bien y los últimos años han sido buenos, si no se establece un plan interno para la sucesión, la cotización podría verse perjudicada”.

Recordar que Sánchez Galán se vio obligado por los fondos presentes en su accionariado (grandes accionistas como BlackRock o Qatar) a dejar el puesto de consejero delegado en 2022 y nombrar un Ceo, cargo que recayó en Armando Martínez que no parece que vaya a ser el elegido para ocupar la silla del presidente. Entre otracosas, porqeu Gaoán nombró un ceo al que no le deja mandar ni en el catering.

Porque Galán… sigue mandando mucho y suele bromear con que su sucesor se apellidará Smith, pues la eléctrica será, en el futuro, una compañía más norteamericana que española”.

Hay quienes piensan que no será Smith el que cogerá el testigo, sino Sánchez-Galán y García-Tabernero (José Ignacio), su segundo hijo y el mayor de los varones. Por ahora, el padre le quiere como consejero de la eléctrica, donde ya trabaja desde hace un tiempo como director de Compras y Servicios Globales. 

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