Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola / Foto: Pablo Moreno
Iberdrola cae en Bolsa, desde que comenzara 2024, 9,2%, a pesar de que cerró 2023 prácticamente en máximos del año, 12,4 euros, que alcanzó el pasado mes de octubre tras anunciar los detalles de su retribución al accionista.
Hoy sus acciones bajan un 0,6% hasta los 10,7 euros.
La eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán está a las puertas de presentar resultados. Lo hará el próximo jueves 22 de febrero y el consenso de analistas (Bloomberg) espera un beneficio de 4.780 millones de euros en 2023, lo que implicaría una subida del 10% respecto a los 4.340 millones de 2022, con un Ebitda que alcanzaría los 14.560 millones, cerca de un 11% más respecto a los 13.229 del 22.
Sin embargo, los expertos de Renta 4 son más modestos en sus estimaciones: un beneficio de 4.765 millones y un Ebitda de 14.447, lo que aun así supone pasar con nota este examen, igual que el de la deuda, “que logrará atar en corto”, dicen, a pesar de las inversiones previstas y la ambiciosa política expansión del negocio
Recordar que, a finales del año pasado Iberdrola anunció que destinará 27.000 millones durante los próximos tres años en redes eléctricas, lo que supone más de la mitad de las inversiones previstas para ese periodo.
El Pleno de la Comisión Federal de Competencia de México ha aprobado la operación de compra, por 5.573 millones de euros, de 13 plantas de generación de energía eléctrica de Iberdrola por el Gobierno de López Obrador
Estiman los analistas del banco que la deuda neta se situará en los 42.481 millones, un 2,9% menos que en 2022, (44.185 millones de euros), justo en la orilla opuesta de las previsiones que maneja el panel de Bloomberg, que espera un aumento del 1,6% hasta los 44.477 millones.
A septiembre de 2023 la deuda neta ajustada era de 47.900 millones, es decir, 4.100 millones más que en 2022. La empresa espera que el ratio de Deuda Neta/Ebitda se reduciría desde 3,7x estimado en 2023 hasta 3,4x en 2025.
Desde XTB aseguran que Iberdrola continúa con su plan estratégico de amortizar deuda y reducir su coste de capital mediante la captación de fondos a través de la rotación de activos y la venta de participaciones en determinados negocios. “Durante el año pasado vendió el 49%” de su negocio renovable en España al fondo soberano de Noruega”, explica Joaquín Robles, “y en los últimos meses también se especuló con la venta de una parte de su negocio en EE. UU. para expandir su red eléctrica. Aunque precisamente fue el negocio de su red eléctrica en EE. UU, y también en Brasil, lo que impulsó sus resultados en el anterior ejercicio”.
Lo que inquieta a los expertos, a pesar de las perspectivas positivas sobre el valor, es la presión regulatoria, “que podría impactar sobre beneficios, no sólo a corto sino también a medio plazo”.
A esto hay que sumar los costes de generación de energías renovables que no se están reduciendo, según lo previsto, lo que podría complicar las expectativas de rentabilidad de las inversiones realizadas en este nicho de negocio.
Iberdrola anunció que destinará 27.000 millones durante los próximos tres años en redes eléctricas, lo que supone más de la mitad de las inversiones previstas para ese periodo
También hay que prestar atención al riesgo divisa especialmente por su exposición a la moneda brasileña y también mejicana.
En XTB añaden la incertidumbre sobre el impacto del impuesto español…”aunque, la mayor amenaza, en el corto plazo, continua siendo los altos tipos de interés, ya que encarecen los costes de financiación y reducen los márgenes de beneficio”
Pendientes también de cómo se materializa la venta de los ciclos combinados en México después de conocer hoy mismo que el Pleno de la Comisión Federal de Competencia del país ha dado su visto bueno a la operación de compra de 13 plantas de generación de energía eléctrica de Iberdrola por el Gobierno mexicano de López Obrador por un importe de 6.000 millones de dólares (unos 5.573 millones de euros).
El consenso del mercado espera un beneficio de 4.780 millones en 2023, un 10% más respecto a los 4.340 millones de 2022, y un Ebitda de 14.560 millones, cerca de un 11% más respecto a los 13.229 del 2022
De esta manera, se desbloquea una operación que se anunció en abril del año pasado y que, en principio, estaba previsto que se hubiera cerrado antes de finales de 2023.
Una operación que, Ignacio S. Galán, (muy listo él), ha querido vender como un acuerdo para descarbonizar e impulsar la transición energética en ese país, pero lo cierto es que no se fía del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (más conocido como AMLO), y quiere sacar dinero para otras inversiones… en otros países más fiables, con más seguridad jurídica..
Así que, estamos ante una ‘huida’ de México en toda regla de la empresa que, (y ahora toca un poco hacer la pelota) es una de las grandes compañías eléctricas del mundo, el segundo productor de electricidad de España, que ha rivaliza con Inditex por estar a la cabeza de la capitalización bursátil, y que está presidas por un septuagenario Galán, (73 años) que todavía no piensa en su sucesión
Sánchez Galán suele bromear con que su sucesor se apellidará Smith, pues la eléctrica será, en el futuro, una compañía más norteamericana que española.
Aún así, hay quienes piensan que quien tome el relevo no será Smith, sino Sánchez-Galán y García-Tabernero (José Ignacio) su segundo hijo y el mayor de los varones.