Global Development adquirirá todas las acciones de ING Bank (Eurasia), asumiendo todas las actividades y personal en Rusia
ING se va de Rusia, ¡¡tres años después de que comenzara la guerra de Ucrania¡¡¡ Pues sí que ha tardado en darse cuenta, el ‘banco naranja’, de lo que se le venía encima.
Y se marcha con pérdidas de 400 millones de euros, y con la previsión de que la salida del país tenga un impacto en sus cuentas de 700, tras acordar la venta de su negocio en el país a Global Development JSC, una empresa rusa propiedad de un inversor financiero con sede en Moscú y experiencia en servicios de 'factoring' (adquisición de créditos).
Ambas cifras, a pesar de ser negativas, se ven por la compañía como un alivio ya que las provisiones eran mucho mayores porque pensaban que iba a ser más difícil deshacerse de su negocio”, señala Joaquín Robles, analista financiero.
“Esta transacción pondrá fin a las actividades de ING en el mercado ruso. Según los términos del acuerdo, Global Development adquirirá todas las acciones de ING Bank (Eurasia) JSC, asumiendo todas las actividades y personal en Rusia. Global Development planea continuar sirviendo a los clientes en Rusia bajo una nueva marca”, explica la entidad.
Si miramos la cotización, comprobamos que la acción está prácticamente plana, no ha habido impacto alguno. Cotiza en los 16 euros y, en lo que va de año, sube por encima del 5%.
Se marcha con pérdidas de 400 millones de euros, y con la previsión de que la salida del país tenga un impacto en sus cuentas de 700, tras acordar la venta de su negocio en el país a Global Development JSC
Pero no solo quiere salir de Rusia, ING, sino que ha decidido limitar sus operaciones con clientes rusos, por una cuantía cercana a los 1.000 millones de euros distribuidos por otras sucursales fuera de este país.
ING asegura que, desde la invasión rusa a Ucrania, en febrero de 2022, la entidad “no ha realizado nuevos negocios con empresas rusas, ha reducido sus operaciones y ha tomado medidas para separar el negocio de las redes y sistemas” de ING. Además, la exposición total de préstamos de ING a clientes rusos se ha reducido en más del 75 %.
El inicio de la guerra tuvo como consecuencia que muchas multinacionales se marcharan de Rusia.
ING explicó, hace un par de años, que no quería seguir en Rusia, pero que no podía simplemente cerrar su negocio de forma repentina. La filial rusa de ING solo tenía, y tiene clientes corporativos.
No es excusa afirmar, como dijo en su día el director ejecutivo de la compañía en el país, Steven van Rijswijk, que "como banco, nuestra actividad principal es conceder préstamos. Romper unilateralmente la relación con empresas rusas significa, en esencia, regalar el dinero, lo que en las circunstancias actuales no parece deseable".
El director ejecutivo de la compañía en el país, Steven van Rijswijk, aseguró que "como banco, nuestra actividad principal es conceder préstamos. Romper unilateralmente la relación con empresas rusas significa, en esencia, regalar el dinero..."
ING podía seguir cobrando, desde Holanda, o mejor todavía, y como ha hecho ahora con Global Development JSC, podía haber vendido sus ‘paquetes’ de préstamos a los fondos o, incluso, a cualquier banco del país, consciente de que iba a adquirir un buen negocio, en ese momento claro.
Lehman Brothers, el gigante norteamericano de la banca corporativa, quebró y sus clientes, grandes, grandísimos clientes pagaron lo que debían. Ya se encargó el organismo pertinente en Estados Unidos, de que fuera así.
Así que, la excusa es poco convincente.
ING pensó que podía seguir con su negocio, que podía seguir haciendo banca corporativa, y no ha sido así.
La guerra se ha alargado más de lo previsto y la presión del Gobierno ruso a sus empresas, para operen con los bancos locales, es evidente.
Mucho mejor le está hiendo a ING la unidad de España, la que mejor marcha de todo el grupo.
Lehman Brothers, el gigante norteamericano de la banca corporativa, quebró y sus clientes, grandes, grandísimos clientes, pagaron lo que debían
Veinticinco años ya lleva en nuestro país el ‘banco naranja’, aniversario que se cumplió en abril de 2024, lo que se traduce en que es la quinta entidad por número de cuentas, con 4,2 millones de clientes y 1.700 empleados. Desde 1999 ha concedido más de 300.000 hipotecas y ha remunerado 4.785 millones de euros en ahorro.
Ahora, el banco se ha lanzado a por los dos negocios donde todavía no tiene presencia: banca privada y pymes.